Macron busca votos y apoyos en la derecha tradicional
El presidente sospecha que los conservadores aspiran a convencer a Édouard Philippe, su antiguo primer ministro, como posible candidato

Emmanuel Macron ha iniciado una campaña de 'seducción' de personalidades y electores de derecha tradicional, esperando 'robar' la mitad o un tercio de su capital político a Los Republicanos (LR, el partido de Nicolas Sarkozy), víctimas de un liderazgo ausente.
El presidente Macron sospecha, con razón, que LR aspiran a 'convencer' a Édouard Philippe, su antiguo primer ministro, como posible candidato a la próxima elección presidencial, dentro de trece meses.
Philippe fue jefe de Gobierno de Macron entre el mes de mayo de 2017 y el mes de julio de 2020, y tiene un pedigrí conservador intachable, como antiguo hombre de confianza de Alain Juppé, ex primer ministro de Jacques Chirac.
Sustituido como jefe de gobierno por Jean Castex, antiguo hombre de confianza de Sarkozy, Philippe se ha convertido en ocho meses en uno de los políticos más populares y mejor cotizados entre la opinión pública. ¿Cuánto tiempo tardará en traicionar al presidente?, se preguntan en voz baja los consejeros íntimos de Macron.
Entre Los Republicanos, Philippe es percibido como un posible 'hombre providencial' , si el partido conservador consiguiera liberarse de las 'cacerolas' judiciales de Nicolas Sarkozy.
Campaña de seducción
Ante esa tela de araña de maniobras en la sombra, Emmanuel Macron ha comenzado su campaña personal de 'seducción' del conservadurismo tradicional, moderado.
Desde hace meses, una parte significativa de alcaldes, diputados y senadores conservadores escuchan con mucha atención y aplauden moderadamente las iniciativas personales del presidente de la República. Se estima que, al día de hoy, un tercio de los dirigentes conservadores se inclinan por apoyar a Macron cuando comience la campaña presidencial. Otro tercio prefieren tener un candidato propio contra el presidente. El resto de los dirigentes conservadores dudan…
Entre la opinión pública, todos los sondeos insisten en las mismas tendencias de fondo: las izquierdas siguen hundidas o muy bajas en intenciones de voto; la extrema derecha sigue siendo mayoritaria entre los obreros y las clases sociales menos favorecidas ; los votos conservadores (centro, derecha y derecha tradicional) están divididos entre la tentación extremista, el voto conservador 'de toda la vida' y el centro derecha… De ahí las maniobras del presidente, aspirando a conquistar una parte significativa del electorado de la derecha tradicional.
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