Luis Martín de la Hoz - ANÁLISIS
Desfasado pero con poderío nuclear
El resultado de la acción combinada de las fuerzas armadas ucranianas y de sus milicias han dado al traste con el plan inicial, por lo que ahora Rusia enfrenta una guerra de mayor duración que la que tenía prevista
En Occidente no nos está siendo fácil asimilar cómo, de una situación europea aparentemente estable, hemos llegado en unos pocos días a una invasión metódicamente planeada hasta el más mínimo detalle.
El potente arsenal militar ruso, hacía presagiar que en cuestión de cuatro o cinco días –a lo sumo– verían alcanzados sus objetivos estratégicos, o cuanto menos tener establecida una situación de amplio dominio operacional, que les facultase un acuerdo muy favorable para sus intereses.
Evidentemente esto no ha sido así por el factor humano, elemento que ha resultado clave en el desarrollo de las operaciones a lo largo de la historia; esa voluntad hace posibles resultados impensables a las simples reglas de superioridad en el enfrentamiento.
El resultado de la acción combinada de las fuerzas armadas ucranianas y de sus milicias han dado al traste con el plan inicial, por lo que ahora Rusia enfrenta una guerra de mayor duración que la que tenía prevista un dirigente que podríamos calificar como desfasado – del contexto democrático y fuera de toda lógica en el marco europeo– al animarse a hacer suyos unos territorios de marcada influencia rusa pero pertenecientes a otra nación soberana.
El desarrollo de una operación militar de la envergadura de conquistar y posteriormente ocupar un país de la extensión de Ucrania no le está resultando nada sencillo, y ya les está suponiendo un esfuerzo logístico muy serio, auténtico talón de Aquiles de las operaciones militares de gran alcance. El funcionamiento de la larga cadena logística rusa es vital para el desarrollo de las operaciones y, aunque posean la superioridad aérea, el mantenimiento de las capacidades de las fuerzas armadas y las milicias ucranianas en misiles portátiles tierra/aire y munición antitanque va a complicar el reaprovisionamiento de combustible, municiones, raciones, etc. además del necesario mantenimiento de la multitud de vehículos, carros, artillería, medios aéreos...
Todo ello hará más vulnerable , lento y laborioso la consecución de los objetivos estratégicos rusos y ello sin olvidar el factor meteorológico, que puede comprometer aún más las operaciones.
La comunidad internacional ha reaccionado, para sorpresa de muchos, con una contundencia muy encomiable y puede ayudar a llevar la extensión del conflicto más allá de lo asumible por Putin.
Va a ser muy difícil lograr que Rusia acepte menos que la anexión de una buena parte de la región del este de Ucrania, si es que el desarrollo de las operaciones no le lleva a anexionar la totalidad del territorio.
Los próximos días van a ser críticos para desvelar los auténticos planes del mandatario ruso pero la tenaz resistencia ucraniana va a ser la clave también para conocer el futuro de Ucrania frente a un país cuya principal baza no lo olvidemos, es su poderío nuclear.
Luis Martín de la Hoz es general de infantería de marina (Retirado)