Lucha por el liderazgo de la socialdemocracia alemana
Los tres precandidatos que aspiran a medirse a Merkel en las generales se reúnen hoy entre rumores de que Schulz se aparta de la carrera
Desde el 26% de las últimas elecciones y el 20% de las actuales encuestas, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se «ha fijado como meta un 30%» en las generales del próximo septiembre, según reconocía ayer el jefe del grupo parlamentario, Thomas Oppermann. También mencionó entre los objetivos la formación de otra coalición de gobierno que permita desplazar a Merkel y sentar en la cancillería de Berlín a un socialdemócrata. El nombre de ese socialdemócrata es todavía una incógnita.
Hoy tendrá lugar una reunión privada en un hotel cerca de Düsseldorf, en la que estarán presentes Sigmar Gabriel, líder del SPD; la presidenta del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft; el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz; y el saliente presidente del parlamento europeo, Martin Schulz . Lo que se preveía como una lucha fratricida entre Gabriel y Schulz por la candidatura se ha enfriado en fechas navideñas, cuando varios miembros de la directiva han comentado que el propio Schulz se había declarado «fuera de la carrera» y mencionaban un acuerdo cuyo contenido no ha sido hecho público. Pero ese acuerdo corre el peligro de molestar a las bases del partido. Un 64% de los socialdemócratas desean a Schulz como candidato, mientras que solo un 27% apoya a Gabriel.
Sigmar Gabriel, el hombre que más tiempo lleva al frente del partido desde Willy Brandt y que controla cada resorte de su maquinaria, ha afirmado que «no queremos una nueva edición de la gran coalición», porque «a los insatisfechos solo les quedaría la opción entre la extrema derecha y la extrema izquierda». Defiende una coalición de izquierdas que incluiría a Los Verdes y Die Linke (La Izquierda), la escisión del SPD asociada con los excomunistas de la RDA con la que el partido se niega a colaborar desde los tiempos de Gerhard Schröder pero con la que ha hecho ya algunos apaños en gobiernos regionales este último año. El caso es que no le va a ser fácil presentar estos partidos como opción de estabilidad y capacidad de gobierno. La última propuesta de Los Verdes, hecha pública ayer por la diputada Elisabeth Scharfenberg, es que «las personas necesitadas o discapacitadas puedan recibir servicios sexuales de prostitutas costeados por el Estado». El presidente de la Fundación Alemana de Protección al Paciente, Eugen Brysch, se limitó a responder que «quienes lidian a diario con lavarse, comer o evacuar tienen otras preocupaciones» y la propuesta ha quedado como una pista inconfundible sobre lo que sería esa supuesta coalición de izquierdas.
Contra el populismo
Schulz, por el contrario, acude a la reunión tras hacer públicamente una llamada a los grandes partidos a cerrar filas contra el populismo y propone un programa electoral con medidas sociales que refresquen en el electorado la idea de que la sociedad y la política todavía tienen algo que aportar a sus vidas.
Desde la directiva se filtra que «no habrá tal guerra» y que «hay trazado un plan cuyos primeros pasos ya se han puesto en marcha». Con Frank-Walter Steinmeier en la Presidencia de la República y, por tanto, fuera de la ecuación, Gabriel se ha encargado personalmente de meter con calzador en la disputa al alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, lo que recuerda a la jugada de 2013. Pudiendo haber optado por Steinmeier, lanzó entonces contra Merkel al más débil Peer Steinbruck, que después de partirse la cara en una dura campaña de perdedor se esfumó para dejar a Gabriel todo el poder y los cargos en la gran coalición.
La presidenta de Renania-Norte Westfalia, Hannelore Kraft, ha reconocido por su parte que hay un acuerdo: «sí, yo conozco el plan y sé quién va a ser el candidato, pero sobre eso no voy a decir por ahora ni una sola palabra».
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