Cae en llamas otro helicóptero alemán días después del accidente de los cazas
El aparato, también del ejército alemán, se estrelló cerca de la localidad de Hamelin, causando la muerte de al menos uno de sus ocupantes
Apenas una semana después de que dos eurocazas alemanes se estrellasen en el aire y cayesen a tierra envueltos en llamas, en un accidente en el que murió uno de los pilotos, hoy se ha estrellado un helicóptero, también del ejército alemán , cerca de la localidad de Hamelin, causando la muerte de al menos uno de sus ocupantes.
El accidente se producía hacia las dos de la tarde y el aparato era un helicóptero de entrenamiento, según ha precisado el Ministerio de Defensa, que todavía está investigando las causas del siniestro. El helicóptero, según medios alemanes, pertenecía al centro de entrenamiento situado en Bückeburg, Baja Sajonia, y era del modelo Eurocopter 135, un helicóptero ligero, bimotor y multiusos fabricado por el consorcio europeo Airbus, que se utiliza principalmente para tareas de rescate y vigilancia aérea y que ha quedado totalmente destruido por las llamas sobre un campo de cultivo de Aerzen. La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, y el inspector general del ejército, el teniente general Jörg Vollmer, han visitado personalmente la zona en que ha tenido lugar el accidente a primera hora de la tarde.
Además de los aviones y helicópteros de maniobras, varias de las aeronaves que utiliza el Gobierno alemán en sus desplazamientos han sufrido problemas últimamente. El pasado mes de noviembre, la Fuerza Aérea de Alemania confirmó, incluso, que el avión de la canciller Angela Merkel tuvo que aterrizar con carácter de emergencia en Colonia, cuando se dirigía a la cumbre del G-20 celebrada en Buenos Aires. La canciller llegó con retraso a la cita y faltó a varias reuniones por culpa de un problema eléctrico y otro de comunicación en su aeronave, el 'Konrad Adenauer', un Airbus modelo 340-300.
Aparentemente, el Ejército alemán acusa un cuestionable estado de revista vinculado al limitado gasto en medios militares de los sucesivos gobiernos. En esta legislatura, concretamente, ha vuelto a decretarse un recorte de 2.500 millones de euros en los planes presupuestarios para 2020.
El ministro de Hacienda alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, no solamente no ha dado su visto bueno al aumento en 4.000 millones que pedía Von der Leyen, sino que lo ha dejado en unos 44.700 millones. « Pocos aviones del Ejército alemán vuelan de verdad , algo que también pasa con los helicópteros, como tampoco podemos usar los submarinos», asegura en declaraciones a Der Spiegel Olaf Boehnke, asesor alemán sénior en la consultora Rasmussen Global, compañía fundada por Anders Fogh Rasmussen, quien fuera secretario general de la OTAN entre 2009 y 2014, que se queja de que en las misiones internacionales en Afganistán, en Mali o en Somalia, cuando algo se estropea, hay problemas para encontrar piezas de repuesto.
Gastos en defensa
El recelo del electorado alemán al militarismo esta seguramente detrás de sorprendentes episodios, como cuando en 2014 un grupo de militares alemanes se presentó en unas maniobras conjuntas de la OTAN en Noruega armado con palos de madera. «Es un problema crónico», ha resumido Hans-Peter Bartels, el comisionado para las Fuerzas Armadas del Bundestag, el Parlamento alemán, «la disponibilidad de material de la Budeswehr es una catástrofe». «El Gobierno planea invertir mucho más en Defensa, acercando el porcentaje del PIB al 1,5% en 2021», defiende la ministra von der Leyen, que reconoce que el umbral del 2% quedaría para 2024.
De acuerdo con un informe parlamentario presentado el pasado febrero y basado en entrevistas con los propios militares, los seis submarinos tipo 212A de la armada alemana están fuera de servicio , lo mismo que ocurre con más de la mitad de los 244 carros de combate. También la flota de aviones de transporte A400M sufre un mantenimiento deficiente y la falta de aeronaves operativas obliga con frecuencia a retrasar el traslado de las tropas. A esto se sumarían déficits de suministro a las tropas de ropa de protección y elementos como gafas de visión nocturna o repuestos para los automóviles.
El fin de la Guerra Fría y la sensación de que un conflicto abierto era cada vez más improbable llevaron a partir de 1990 a casi todos los países europeos a reducir su inversión en este apartado presupuestario y la tendencia solo ha cambiado después de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump, haya exigido a Alemania, como miembro de la OTAN, dedicar anualmente el 2% de su PIB. La crisis de Ucrania y la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 lo que hicieron que una nueva manera de pensar sobre la seguridad nacional se abriera paso en Alemania. Pero las décadas de retraso se acumulan y, si como anuncian las encuestas, el partido ecopacifista Los Verdes obtiene un puesto como socio del gobierno de Alemania, esa tendencia podría incluso revertirse.
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