Largas colas y diversos incidentes durante la jornada electoral en Filipinas
En el peor de los sucesos, siete personas murieron a causa de una emboscada en la localidad de Rosario
Contagiada quizá por la virulencia que ha marcado el lenguaje del proceso, la jornada electoral en Filipinas se ha caracterizado este lunes por serios incidentes en los centros de votación. En el peor de los sucesos, 7 personas perdieron la vida en una emboscada antes del amanecer en Rosario , una ciudad en las afueras de la capital, Manila. De igual modo, se registraron varios ataques contra centros de votación, emboscadas y robos de papeletas electorales.
No menos polémicas han sido las más 95.000 máquinas de recuento diseminadas por todo el país. Sus fallos han provocado largas colas frente los colegios, donde más de 54,3 millones de filipinos estaban llamados a ejercer su derecho a voto. Sin embargo, las autoridades describieron la violencia como hechos aislados, mientras calificaban de «normal» el desarrollo de las elecciones .
Hasta este lunes y desde el comienzo de la campaña electoral el pasado 10 de enero, al menos 15 personas perdieron la vida en 146 incidentes relacionados con el proceso, según confirmó la Policía.
El máximo favorito a hacerse con la victoria final, Rodrigo Duterte , ya ha asegurado que su presidencia será «sangrienta», así como ha prometido acabar con todos los criminales, «doblando el salario de los militares y policías así como incrementando su fuerza en los tres mil miembros».
Patrullas urbanas y «el Castigador»
Sobre Duterte recaen supuestos lazos con las patrullas urbanas que sumergieron en el terror a la ciudad de Davao , de donde fue alcalde en la década de los 90. Un liderazgo que le valió el apelativo de «el Castigador» ( Human Rights Watch estima en más de un millar los muertos en Davao en ejecuciones extrajudiciales).
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