Largas colas para recoger alimentos en Mariúpol

Colas kilométricas para recibir ayuda. La situación humanitaria en Mariúpol es agónica. Prisioneros de una ciudad deseada por Putin, los residientes de Mariúpol abandonan la engañosa sensación de seguridad que les dan los refugios bajo tierra para salir a la superficie y recoger lo que puedan. Cualquier alimento es salvador. No pueden más. "Es difícil irse", dice Angelina. Sin agua, luz o medicamentos, su única opción ahora mismo a falta de corredores humanitarios es aceptar la ayuda que reciben de los rusos. A vista de dron, vemos como la fila crece y crece. No se ve el final. De fondo, varios edificos bombardeados. Símbolo de la destrucción del país. Totalmente sitiada, la única opción de sus ciudadanos es tratar de sobrevivir a unos bombardeos que les acorralan.-Redacción-