La UE lanza un pulso contra Alemania por la defensa de la legislación europea
La presidenta de las Comisión amenaza a Berlín con un procedimiento de infracción
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , no descarta lanzar un procedimiento de infracción contra Alemania a causa de la sentencia del Tribunal Constitucional de este país poniendo en duda la capacidad de actuar en política monetaria del Banco Central Europeo . En un comunicado publicado el domingo por la noche, la presidenta, que es alemana y ha sido ministra del Gobierno de este país, dijo que «el reciente fallo del Tribunal Constitucional alemán ha puesto en cuestión dos elementos esenciales de la estructura de la Unión Europea: el sistema del euro y el sistema legal europeo». Por tanto, «ahora estamos estudiando el fallo del Tribunal Constitucional alemán en detalle. Y analizaremos los próximos pasos posibles, que pueden incluir la opción de procedimientos de infracción».
El comunicado de Von der Leyen sigue a una insólita nota de prensa del tribunal Europeo de Luxemburgo en la que los jueces reafirmaban la supemacía del derecho europeo sobre los tribunales nacionales y advertían que la sentencia del máximo tribunal alemán «puede llegar a comprometer la unidad del ordenamiento jurídico de la Unión y perjudicar la seguridad jurídica» de sus ciudadanos. Habitualmente, a los miembros del Tribunal de Luxemburgo les gusta decir que ellos no hacen comunicados, sino que se pronuncian a través de las sentencias, que ya es bastante significativo. El hecho de que optasen el pasado viernes por un comunicado en el que vertían conceptos tan gruesos, aprovechando además una reunión del Eurogrupo, da una idea de la gravedad de la situación.
En una comparecencia ante la prensa esta mañana, portavoces de la Comisión han advertido que la apertura de un procedimiento de infracción «no desemboca necesariamente en sanciones» pero ha reafirmado la vigencia del comunicado de la presidencia la víspera. Los procedimientos de infracción son casos legales que la Comisión puede presentar ante el Tribunal de Justicia de la UE si el ejecutivo con sede en Bruselas considera que un estado miembro está violando la ley de europea y en su caso el Tribunal puede imponer fuertes multas a los países que sean condenados. La sentencia del Tribunal Constitucional Aleman pone en duda la legitimidad de las operaciones de compra de deuda el BCE que el Tribunal Europeo había declarado previamente como conformes a la ley europea.
Este sería el mayor pulso legal de la historia de la UE y podría tener consecuencias incalculables en el futuro del euro. además en momentos especialmente delicadospara la estabilidad de la moneda única.
Ayer tarde, la canciller alemana Angela Merkel se vió obligada a intervenir para tratar de encontrar una salida a esta situación enrevesada diciendo que cree que el problema tiene solución, sin dañar la legitimidad de ninguna de las instancias judiciales.
Lo que habían dicho los jueces del Constitucional alemán es que los dirigentes del Banco Central Europeo tienen tres meses para demostrar que sus operaciones de política monetaria son «proporcionadas» respecto al objetivo de mantener la estabilidad del euro y que en caso de que no sean lo bastante convincentes el Deutsche Bundesbank tendría que dejar de cooperar con el emisor de la moneda única. El problema es que los jueces alemanes han ignorado deliberadamente que el Tribunal de Luxemburgo ya había dictaminado en una sentencia de 2018 que esas operaciones de compra de deuda estaban plenamente justificadas dentro del tratado fundador del BCE y la legislación europea, porque a ellos les parecía que esa decisión era «inadecuada».
Un alto funcionario de la Comisión se refirió ayer a esta situación como uno de los mayores desafíos para la estabilidad de los cimientos de la UE. A su juicio, «esto plantea un par de cuestiones fundamentales. Primero porque se trata de la prevalencia de un fallo del Tribunal Europeo de Justicia que se había pronunciado definitivamente sobre la validez de las decisiones del BCE» y por ello y en segundo lugar, la sentencia del Constitucional alemán «ataca los cimientos mismos de la Unión Europea que se basa en la ley, en el acuerdo, en el respeto a las reglas comunes que tenemos».
Para Merkel, la solución más sencilla sería que el BCE demuestre que esas compras de deuda eran necesarias y que se han llevado a cabo de forma proporcional, como quieren oír los jueces alemanes y así se lo ha dicho a los miembros de su coalición.
Pero desde Bruselas no parece tan fácil, porque en todo caso debería hacerse de forma que no quede ninguna duda de que prevalece la sentencia del tribunal de Luxemburgo sobre la decisión de los jueces germanos. Y, en todo caso, la Comisión no puede ni siquiera sugerir yna cosa así sin caer en la posibilidad de que se acuse a la Comisión de socavar la independencia del BCE.
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