El laborista Hoyle sucede a Bercow como nuevo presidente de la Cámara de los Comunes

Bercow, que ha cobrado un especial protagonismo en los últimos años por su papel en los debates sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), anunció en septiembre su renuncia tras más de diez años en el cargo

Lindsay Hoyle AFP

Ivannia Salazar

Durante diez años la voz de John Bercow fue la más escuchada en el parlamento británico, y su característico grito de «¡orden! ¡orden!» será difícil de olvidar. Pero su labor como presidente de la Cámara Baja llegó a su fin el pasado 31 de octubre, el mismo día que el Reino Unido debía salir de la Unión Europea, antes de que Bruselas concediera una nueva prórroga para el Brexit.

Ayer, los diputados eligieron a su sucesor de entre siete candidatos y el ganador fue el que ya se perfilaba como favorito: el laborista Sir Lindsay Hoyle, para quien el nuevo puesto le es familiar ya que ha sido el vicepresidente durante nueve años, lo cual significa que ha tenido que ejercer como suplente desde la silla del orador durante dos o tres horas cada día. Su promesa a la hora de postularse como «speaker» fue proporcionar «la estabilidad y el liderazgo que la Cámara de los Comunes requiere para permanecer en el centro de nuestro sistema político». El favorito venció a Chris Bryant por 112 votos en la cuarta y última ronda, después de enfrentarse a Dame Eleanor Laing, Harriet Harman, y Dame Rosie Winterton, así como a Sir Edward Leigh y Meg Hillier en las rondas anteriores. En total, 540 diputados votaron en la ronda final y para ganar era necesario obtener más del 50% de los votos.

Hoyle se caracteriza por hablar con voz suave y pausada, lo que sin duda contrastará con las formas teatrales de su predecesor. Ahora se ha convertido en una de las personas más importantes e influyentes en el Parlamento, cuyas reglas indican que el orador debe ser políticamente imparcial y que por ello, en las elecciones, debe renunciar a su partido político; aunque sin dejar de abordar como un parlamentario normal los problemas relativos a los votantes de su región.

Sir Lindsay Hoyle, de 62 años, es miembro del Parlamento desde 1997. Está casado en segundas nupcias y tiene dos hijas. Es popular tanto entre los laboristas como entre los conservadores, lo cual aprovechó para posicionarse como un candidato equilibrado, especialmente en los turbulentos tiempos que corren en la política británica y que parecen no tener fin. Tan neutral parece ser, que, por ejemplo, nunca ha dado a conocer su posición con respecto al Brexit. Otro de sus objetivos para ejercer el nuevo cargo que se le ha encomendado es, según sus propias palabras, «domar el pozo de los osos» de lo que calificó como un «Parlamento tóxico» y en declaraciones a varios medios de comunicación afirmó que en caso de ganar tomaría medidas «enérgicas» contra «el lenguaje agresivo» en la Cámara.

Dinero ruso

Por otra parte, el primer ministro británico Boris Johnson ha provocado una nueva polémica al decidir bloquear la publicación de un informe sobre la injerencia rusa en el referéndum del Brexit celebrado en el 2016 así como en las elecciones del 2017. El documento, de 50 páginas, fue elaborado por el Comité Parlamentario de Inteligencia y Seguridad (ISC), que supervisa el trabajo de las agencias de inteligencia MI5, MI6 y GCHQ) y que tiene acceso a material de inteligencia altamente sensible.

El proceso de investigación, llevado a cabo por un equipo durante 18 meses, estuvo a cargo del ex fiscal general Dominic Grieve, quien pidió al Gobierno que publique el informe, que analiza la influencia del dinero ruso en la política británica, particularmente en el partido conservador, así como las sospechas sobre una supuesta operación rusa a favor del Brexit durante la consulta celebrada hace tres años y medio.

Pese a la importancia del documento, Johnson ha decidido aplazar su publicación hasta que pasen las elecciones del próximo 12 de diciembre. El portavoz de los liberal demócratas para asuntos exteriores, Chuka Umunna, reaccionó con contundencia a la decisión del premier: «Es inaceptable que Boris Johnson esté bloqueando la publicación de este informe hasta después de las elecciones. Socava nuestro proceso democrático», afirmó, ya que «puede contener información crucial que debería ser de dominio público antes de que el país vaya a las urnas».

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