Kast y Boric disputarán la Presidencia de Chile en segunda vuelta el 19 de diciembre
Los candidatos de la ultraderecha y la ultraizquierda despuntan en un país polarizado a causa de la corrupción
Varias sorpresas marcaron la jornada electoral de Chile de este domingo: Una gran afluencia de votantes que espantó el miedo a una gran abstención y el casi 30 por ciento de los votos que obtuvo el candidato de extrema derecha , José Antonio Kast, quien se impuso sobre el joven candidato del izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista, Gabriel Boric, quien rasguñó el 24 por ciento de los sufragios. Con estos resultados, ambos candidatos al sillón presidencial de La Moneda deberán competir en segunda vuelta el próximo 19 de diciembre.
También ha sorprendido la votación que obtuvo el economista Franco Parisi, un populista de derechas, quien no hizo campaña en Chile, movilizó a sus votantes solo a través de internet y redes sociales, y que ha evitado regresar al país ante la posibilidad de ser arrestado y juzgado por una millonaria deuda de alimentos que mantiene con sus hijos. Ubicado en el tercer lugar de la votación de este domingo en lo grueso obtenida en el norte de Chile, probablemente endose su votación a Kast.
El naufragio mayor lo sufrieron las coaliciones de centro que gobernaron los últimos 30 años, veinte a manos de la Concertación –la alianza de la Democracia Cristiana y Socialistas-, y otros diez a cargo de Vamos Chile, la alianza que llevó dos veces a la presidencia al empresario Sebastián Piñera. Los candidatos de estos bloques, el abogado Sebastián Sichel de los partidos de derecha, y la profesora y senadora Yasna Provoste, de la coalición DC-PS, quedaron relegados al cuarto y quinto lugar.
Mucho más atrás y cumpliendo los pronósticos, los candidatos Marco Enríquez Ominami, socialdemócrata independiente, alcanzó casi el 8 por ciento de la votación; mientras el profesor maoísta Eduardo Artés apenas un 1,5 por ciento.
La elección se ha realizado teniendo como proceso de fondo la elaboración de una nueva Constitución a través de una Convención paritaria e integrada con escaños para pueblos originarios. La nueva carta magna reemplazará la institucionalidad que dejó la dictadura militar del fallecido general Augusto Pinochet y debate sobre una carta de derechos sociales que garantizarían educación, salud y un sistema de reparto para las pensiones. El proceso constituyente fue resultado de la revuelta social de octubre de 2019, que cuestionó las desigualdades sociales, los abusos y las deudas que dejan la educación y salud privadas.
«Kast es una amenaza para la democracia», dijo el presidente del Partido Socialista apenas conocidos los primeros cómputos. El senador adelantó de inmediato su apoyo a Boric en la segunda vuelta.
«No nos da lo mismo quién es presidente» dijo a su vez la candidata Yasna Provoste, y espera conversar en los próximos días con Boric, «si es que éste da señales de apertura y diálogo».
El otro candidato derrotado, el centroderechista Sebastián Sichel aseguró que no votará por Boric, y que espera conversar con Kast para acordar cambios programáticos. Y este es un punto clave para el balotaje.
Kast ha presentado una propuesta calificada como de «extrema derecha», al proponer construir una zanja para evitar el ingreso a Chile de migrantes ilegales, mano dura contra la delincuencia y militarización de la zona mapuche ante los actos de violencia que suceden en ese territorio, derogará la ley de aborto por tres causales, eliminará el Ministerio de la Mujer y cerrará el Instituto de Derechos Humanos. En lo económico, Kast propone una rebaja de impuesto y la privatización parcial de la minera del cobre del Estado.
Los dos candidatos que van a segunda vuelta no solo tienen diferencias de proyectos políticos. Mientras Kast es un abogado vinculado a sectores conservadores católicos , Boric es un neomarxista que cultiva la lectura de la poesía y la narrativa latinoamericana. Ambos son de familias migrantes, Kast tiene orígenes alemanes vinculados al nazismo; mientras Boric proviene de migrantes croatas que se instalaron en los rudos ambientes del extremo sur chileno.
Ahora vienen los alineamientos de segunda vuelta, que es una nueva elección y cuyos resultados no están asegurados, aunque Kast tenga una leve ventaja a su favor. Ambos candidatos ahora además tienen la mirada puesta en el Congreso y cómo queda integrado, pues requerirán de acuerdos en el parlamento para llevar adelante sus propuestas programáticas y además tener la gobernabilidad para cumplir su mandato hasta el 2026, con una nueva Constitución de por medio.
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