Karl Nehammer asume la Cancillería de Austria y reduce el confinamiento
Su primera misión, según le recordó el Jefe de Estado, será gestionar la pandemia de covid-19 y «no hacer promesas falsas».
Su primera decisión, apenas ha tomado posesión de la Cancillería austriaca, ha sido eliminar las medidas de confinamiento en vigor desde el pasado día 22 de noviembre, al menos para los vacunados. «Habrá una apertura. La cuestión no es si terminamos con el confinamiento, sino cómo lo hacemos», ha anunciado el conservador Karl Nehammer en su primera conferencia de prensa, consciente de la dificultad de diferenciar en la práctica a los vacunados de los no vacunados en los espacios públicos. Su intención es reabrir para los vacunados a la gastronomía, hostelería y demás servicios, siempre con las debidas precauciones de seguridad.
Nehammer juró ayer (lunes) el cargo de canciller de Austria , con el objetivo de terminar con las turbulencias provocadas tras la renuncia de su colega de partido Sebastian Kurz . Nehammer es, de hecho, el tercer canciller en los últimos tres meses. La primera misión de este antiguo militar, como le recordó el presidente Alexander van der Bellen en la ceremonia de juramento del cargo, será gestionar la pandemia y «no hacer promesas falsas».
En un breve primer discurso, Nehammer ha subrayado la urgencia de ponerse a trabajar cuanto antes y ha adelantado que mañana miércoles anunciará las modalidades concretas de salida del confinamiento. «El coronavirus está pesando en la gente. Y para muchos, el límite de lo razonable está sobrepasado», ha explicado, al tiempo que apuntaba al «diálogo y la escucha» para superar las divisiones. Veladamente se refería al proyecto de ley para hacer obligatoria la vacuna, con el que Austria se desmarca de la UE y que contempla multas de hasta 600 euros para los mayores de 14 años por no vacunarse. Parte de la población se opone a esta ley y de ello dejaron constancia las multitudinarias manifestaciones en contra del pasado fin de semana.
En su primera reestructuración de gabinete ha vuelto a nombrar a Schallenberg en su antiguo cargo de ministro de Exteriores y ha cambiado a los ministros de Finanzas, Educación e Interior. Este último, en manos de Gerhard Karner, ha causado polémica por tratarse de un alcalde que permitió una exposición poco crítica sobre Engelbert Dollfuss (1892-1934), que lideró un régimen autoritario conocido como «austrofascismo». Los Verdes le pidieron «clarificar» su posición sobre el asunto y ahora lo tendrán sentado, compartiendo mesa en el gabinete de ministros.
Nehammer entró en el gobierno como ministro de Interior a principios de 2020 y es considerado como una persona «leal» con su formación conservadora, el Partido Popular Austriaco (ÖVP).
Aunque no forma parte de su más estrecho círculo, ha gozado de la confianza del ya excanciller Sebastian Kurz, del que en ocasiones se ha declarado «seguidor» y cuya línea dura sobre el derecho de asilo y la inmigración comparte. «Pero al contrario del antiguo canciller, que encarnaba una imagen más joven del partido, Nehammer es considerado de la vieja escuela», añade el politólogo austriaco Patrick Moreau, que también destaca que una de sus mejores habilidades es la de «lograr consensos», que le será muy útil para manejar la coalición en la que ha de gobernar junto con Los Verdes hasta el final de la legislatura.
Nehammer se enfrenta además al reto de mantener la intención de voto del ÖVP. Desde la salida de Kurz, el partido conservador, en el poder desde 1987, ha perdido el primer lugar en los sondeos. El nuevo canciller tendrá que restaurar la imagen del partido hasta las elecciones de 2024.
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