José Eduardo Cardozo: «Si el juicio es justo, Rousseff volverá al poder»
El exministro y abogado de la presidenta de Brasil habla sobre un proceso que califica de golpe parlamentario
José Eduardo Cardozo fue ministro de Justicia durante el gobierno de Dilma Rousseff (PT), y acualmente es su abogado defensor. Afiliado al Partido de los Trabajadores (PT) desde 1980, fue diputado federal y abogado general de la Unión (principal órgano administrativo del Brasil). Es profesor de la Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP) y procurador de São Paulo, actualmente en excedencia.
¿Cómo evalúa todo este proceso legal y político que vive la presidenta?
Este proceso es la consecuencia de dos sucesos políticos : uno, la derrota en las elecciones de 2014 ; y la otra, el temor a las investigaciones de la operación Lavacoches (que desveló los esquemas billonarios de corrupción en la petrolera Petrobras). Los que fueron derrotados en 2014 nunca aceptaron la derrota. Desde el anuncio de los resultados electorales, tomaron una serie de medidas cuyo objetivo era arrebatar el mandato de la presidenta electa. En un primer momento, los derrotados no tenían la fuerza para lograr esto. Sin embargo, con el progreso de la operación Lavacoches y la aparición de situaciones muy complejas que han llegado hasta la clase política presentadas como corrupción, los que no estaban satisfechos con la autonomía con la que la República permitió las investigaciones, se unieron a los descontentos con la elección de Dilma. Y en ese momento, el Gobierno perdió su mayoría parlamentaria. La clase política brasileña está muy afectada por las investigaciones de corrupción y la presidenta, Dilma Rousseff, nunca ha frenado la acción de la Justicia . Tanto es así, que uno de los grandes líderes de este juicio político, el senador Romero Juca (PMDB), el exministro de planificación de Michel Temer (PMDB), dijo en un audio grabado por un delator (Sergio Machado), que era necesario eliminar a Dilma del Gobierno para poder detener el sangrado de la clase política brasileña, causado por el caso Lavacoches. Estos dos grupos juntos a partir de ese momento comenzaron a planificar, trazar e implementar el proceso de juicio político. Desestabilizaron el Gobierno, en el Parlamento, no permitiendo la aprobación de propuestas importantes para el equilibrio fiscal, votaran proyectos de ley que desequilibró el Gobierno y que trasladó una sensación de ingobernabilidad en el país. Estos dos grupos tenían como nexo al expresidente de la Cámara, Eduardo Cunha (PMDB), que hizo claramente todo lo posible para desestabilizar a la presidenta Rousseff e inició el juicio político. Los cargos contra la presidenta son completamente infundados. Por eso hemos dicho, textualmente, que se trata de un golpe. Un golpe parlamentario , un golpe que efectivamente no tiene ninguna base en la Constitución y que va contra la democracia en Brasil.
¿Cree que la presidenta Dilma Rousseff ha cometido algún error?
Es imposible que un gobierno no cometa errores . Podemos decir que Dilma Rousseff en el ámbito económico fue demasiado lejos. Por ejemplo, en exoneraciones que se hicieron para evitar la crisis, y otras medidas económicas con el mismo objetivo. Todavía, todo esto está sujeto a discusión. Ahora, es demasiado evidente que la crisis económica no ha sido causada por el Gobierno, sino por un clima internacional que es conocido por todos. Así que si existen errores, y siempre existen, no fueron decisivos para que llegásemos a este proceso. Es decir, no fueron los errores de la presidenta, que pueden ser discutidos, los responsables de la situación que vivimos hoy.
Con respecto al proceso que está en curso, usted, el presidente Lula, la presidenta y otros fueron acusados de obstrucción a la Justicia.
En lo que respecta, específicamente, a los hechos que hablan de la designación de un exministro de la Corte Superior de Justicia, este fue el resultado, por supuesto, de una delación premiada de un exsenador que fue cazado y que no tiene ninguna credibilidad (Delcídio Amaral, de PT, atrapado in fraganti después de tratar de comprar el silencio de un dirigente de Petrobras involucrado en corrupción), que había participado en crímenes que la Suprema Corte investiga. Delcidio envió, cuando fue detenido, un mensaje muy claro a través de la prensa y otros emisarios que, si el Gobierno no hacia algo para sacarlo de la cárcel, iba a vengarse. Por lo tanto, es evidente que las acusaciones que hizo se han convertido en represalias. Por otra parte, los políticos tienen solo jurisdicción especial y el Tribunal Supremo investiga a las personas que están aforadas. Así, decir que ha habido obstrucción a la Justicia porque se intentó nombrar a Lula (PT) como ministro sería lo mismo que decir que cuando Michel Temer (PMDB) nombró a sus ministros, que también están siendo investigados , trataba de escapar de la justicia de la misma forma. Es curioso que esas culpas se achacan a unos y no a otros.
¿Fue una maniobra política intentar hacer el juicio de Rousseff durante los Juegos Olímpicos?
Creo que hay varias maniobras que están en marcha. La principal es la demora para el juicio final del expresidente Eduardo Cunha en la Cámara . Hay terribles sospechas de que el presidente Cunha puede denunciar a muchas personas en este proceso, incluyendo los que podrían estar siendo beneficiados por este proceso o aquellos que han influido negativamente en él. Así que quieren escuchar el caso de Cunha en septiembre y acelerar al máximo el juicio de la presidenta para terminar antes de que empiece el otro.
¿Cómo será la participación de Dilma en su Juicio final en el Senado? ¿Ella responderá a todas las preguntas de los senadores?
La presidenta irá al juicio. Hará una declaración en el comienzo y responderá a todas las preguntas. Ella no tiene nada que esconder. Es esencial que lo haga, y lo hará, lo que demostrará la verdad de los hechos y que lo que está sucediendo en Brasil es un golpe y que no hay motivos para una denuncia contra ella.
¿Cree que el juicio mostrará el lado más emocional de Dilma Rousseff?
Mostrará la indignación de una persona que está siendo acusada de forma injusta , pero no va a perder la compostura de una jefe de Estado.
¿Y que pueda volver a gobernar? Y si lo hace, ¿cuáles son las posibilidades de que haga un plebiscito?
Si se tratase de un juicio justo, razonable, sobre las bases de los hechos, sin duda estaría seguro de su retorno . No hay nada sostenible contra la mandataria. Lo que está ocurriendo es un disparate absoluto en este proceso . Es obvio que hay personas interesadas en este proceso que quieren destituirla para tomar el poder, para modificar los resultados electorales, para hacer un pacto en torno al caso de Lavacoches. Puede que vuelva, pero no es tan fácil que así suceda. Si lo hace, no tengo ninguna duda de que tendría las condiciones, sí, para hacer un pacto de gobernabilidad con la posibilidad de que la población participe en un plebiscito para escoger si ella debe o no seguir siendo la presidenta . En mi opinión, esta es la mejor manera. Si el pueblo entiende que ella no debe seguir gobernando, que venga un nuevo gobierno a través de las urnas, y no un gobierno por el golpe.
Se considera que usted es uno de los grandes líderes en el PT que han surgido después de esta crisis...
Me siento halagado, pero personalmente no tengo ningún deseo de continuar en la vida política. Mientras este sistema político corrupto este en marcha no me siento capaz de participar. En cierto modo, creo que esta situación es imposible de gestionar. Así que, sinceramente, no tengo ningún estímulo para disputar cualquier candidatura o tomar cualquier acción en este ámbito, pero eso no impide que defienda mis posiciones políticas, dentro de mis limitaciones. Tengo la intención de volver a mi vida académica, a la abogacía y a hacer todo lo posible en la sociedad, fuera del Parlamento o de cualquier cargo público, para que Brasil continúe marchando contra la corrupción y, al mismo tiempo, haga una profunda reforma política que permita al país tener un nuevo rumbo.
¿Cree que hay alguna posibilidad de que Lula y la presidenta Rousseff sean condenados a penas de cárcel?
Sinceramente, no . No hay hechos que podieran justificar algo así. Lo que hay, por supuesto, son situaciones objeto de investigación y no tengo ninguna duda de que no es procedente ninguna. Ya sea en relación con Dilma, ya sea en relación con Lula.
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