Trump y Kim Jong-un ya están en Singapur para su histórica cumbre del martes
El Air Force One aterriza en esta pequeña ciudad-Estado horas después de la llegada del dictador de Corea del Norte, quien ha sido recibido por el primer ministro, Lee Hsien Loong
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , y el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un , ya están en Singapur para su histórica cumbre del martes. Varias horas después de que el dictador norcoreano n llegara al aeropuerto de Changi a bordo de un «jumbo» 747 de Air China, el Air Force One de la Casa Blanca aterrizaba en la base aérea de Paya Lebar poco antes de las 20.30 horas (14.30, hora peninsular española). Procedente de la tensa cumbre del G-7 en Canadá, Trump tuiteó en pleno vuelo que este encuentro es una «oportunidad única para la paz».
Tras su llegada a Singapur, el joven dictador norcoreano fue recibido por el primer ministro de esta pequeña y rica ciudad-Estado del Sudeste Asiático, Lee Hsien Loong , quien el lunes se entrevistará también con Trump. Previsto para el martes por la mañana en el Hotel Capella de la isla turística de Sentosa, la reunión de Trump y Kim Jong-un supone una cita histórica.
Por primera vez, se verán cara a cara dos mandatarios en el poder de EE.UU. y Corea del Norte , países que llevan enfrentados desde la Guerra Fría. Sobre la mesa está la desnuclearización de Corea del Norte. Tras llevar a cabo seis pruebas atómicas desde 2006 y numerosos ensayos de misiles, en teoría capaces de golpear suelo estadounidense, el régimen comunista de Pyongyang se ha avenido a negociar con la Casa Blanca.
Hacia la desnuclearización
Corea del Norte estaría dispuesta a iniciar un proceso de desnuclearización si EE.UU. le garantiza que no intentará derrocar su régimen, levanta las sanciones internacionales y normaliza sus relaciones diplomáticas y comerciales . Pero todavía está por ver qué entiende Kim Jong-un por esa «desnuclearización» , ya que no parece probable que renuncie a las bombas atómicas que ya tiene porque son precisamente las que blindan su régimen.
El mundo entero estará pendiente del esperado encuentro de Trump con Kim Jong-un, con quien se ha intercambiado un sinfín de insultos personales durante los últimos meses y con quien ha negociado muy duramente para llegar hasta aquí. De hecho, el propio Trump canceló esta cumbre el pasado 24 de mayo , pero luego siguió organizándola con Kim Jong-un después de que este insistiera en su voluntad de diálogo y el presidente surcoreano, Moon Jae-in , volviera a mediar entre ambos.
Junto a la desnuclearización del régimen comunista de Pyongyang, otro de los asuntos a tratar es la firma de un tratado de paz que ponga fin a la Guerra de Corea, que se libró entre 1950 y 1953 y terminó solo con un armisticio . Fue el primer conflicto de la Guerra Fría y es el último por zanjar, ya que las dos Coreas siguen técnicamente en armas porque no se llegó a firmar un tratado de paz que podría suscribirse ahora, seis décadas después, en Singapur.
Lejos de la costa
Por motivos de seguridad, el avión ha volado por el interior de China, lejos de la costa para evitar un posible atentado, según informa el periódico « South China Morning Post » mostrando un mapa con su trayecto difundido por el portal de internet Flightradar. Tras aterrizar en el aeropuerto de Singapur, la comitiva de Kim Jong-un se dirigíó a su hotel, el lujoso St. Regis, escoltada por la Policía a través de calles cortadas al tráfico, pero donde se han congregado numerosos curiosos. El joven dictador iba a bordo de su propia limusina Mercedes, que había llegado horas antes en un avión de transporte norcoreano.
«Soy una persona que se dedica a hacer tratos. Siempre me ha ido muy bien»
Procedente de la cumbre del G-7 en Canadá , está previsto que Trump llegue este domingo por la tarde a Singapur. Bajo fuertes medidas de seguridad, esta pequeña y rica ciudad-Estado del Sudeste Asiático se ha engalanado para tan histórica ocasión. Por primera vez, se reúnen cara a cara los mandatarios en activo de EE.UU. y Corea del Norte, dos países que llevan enfrentados desde los primeros compases de la Guerra Fría.
Para el presidente de EE.UU., se trata de «una oportunidad única para la paz», según anunció este sábado antes de partir del G-7 en Canadá, donde también declaró: «Soy una persona que se dedica a hacer tratos. Siempre me ha ido muy bien». El mundo entero estará pendiente de su esperado encuentro con Kim Jong-un, con quien se ha intercambiado un sinfín de insultos personales durante los últimos meses y cuya negociación ha sido extremadamente dura. .