Johnson presiona a la UE para conseguir un acuerdo comercial como el de Canadá
Londres se niega a aceptar las reglas de la Unión durante la negociación del tratado
En un esperado discurso, el primero tras la consumación del Brexit el pasado viernes 31 de enero, el primer ministro británico Boris Johnson aseguró ayer por la mañana en Londres que el Reino Unido no se ajustará a las normas de la Unión Europea a la hora de negociar el tratado comercial entre ambas partes tras su divorcio. «No hay necesidad de un acuerdo de libre comercio que implique la aceptación de las normas de la UE sobre políticas de competencia, subsidios, protección social, medio ambiente o cualquier otra cosa similar, al igual que la UE no debería estar obligada a aceptar las normas del Reino Unido», aseguró, confirmando las informaciones que desde la semana pasada indicaban que ese sería el camino marcado por el premier ahora que empiezan las conversaciones.
«Queremos un acuerdo de libre comercio integral similar al de Canadá, pero en el improbable caso de que no tengamos éxito, nuestro comercio tendrá que basarse en el acuerdo de retirada existente con la UE», declaró Johnson, que en un tono triunfante tras conseguir el Brexit reconoció que «el Reino Unido tendrá que comenzar a usar músculos que no ha usado durante décadas para empezar a negociar acuerdos de libre comercio». Porque no solo se trata de la UE, sino también de la necesidad de empezar a negociar en varios frentes al mismo tiempo: con Estados Unidos, con Australia y con Japón , y con países «a los que el Reino Unido le dio la espalda en la década de 1970».
Eso sí, aclaró que no estar alineados con la UE no significa que el Reino Unido vaya a «bajar los estándares», que en todo caso, aseveró, están por delante de los comunitarios en áreas como los permisos de paternidad y maternidad, el trabajo flexible, el salario mínimo y también en materia de bienestar animal y medioambiental.
Acuerdo con Trump
El líder conservador aprovechó para enviar un sencillo y directo mensaje a los antiestadounidenses que critican su enorme interés en llegar a un acuerdo con el presidente Donald Trump: «Maduren», les espetó . También lanzó otro para quienes insisten en que uno de sus planes es vender el NHS (el servicio nacional de salud), asegurándoles que este no estará sobre las mesa de negociaciones.
Johnson evitó mencionar la palabra Brexit. «Una vez más hemos resuelto una cuestión de autoridad soberana, hemos terminado un debate que se ha prolongado durante tres años y medio, algunos dirían que 47 años», dijo, y a continuación añadió que «ni siquiera mencionaré el nombre de la controversia, excepto para decir que comienza con B. Ahora está en el pasado detrás de nosotros».
En su discurso, el «premier» señaló asimismo que el Gobierno quiere impedir la puesta en libertad automática de los presos por terrorismo y aseguró que su paciencia «se ha agotado» con respecto a la «liberación anticipada automática para los delincuentes terroristas». Asimismo, añadió que la rehabilitación «raras veces funciona». Según Johnson, «los problemas que tenemos con la reeducación, la recuperación y la rehabilitación de las personas que sucumben al islamismo, son muy difíciles. Puede suceder (que se rehabiliten) pero las posibilidades de éxito son realmente muy pocas y debemos ser francos al respecto y pensar en cómo manejar esto en nuestro sistema de justicia penal».
Estas declaraciones llegan después de que un nuevo atentado conmocionara el domingo a la capital británica en plena resaca tras el Brexit. Sudesh Amman, de 20 años, acuchilló a dos personas en el sur de Londres y luego fue acribillado a balazos por la policía.
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