Johnson asegura que el Reino Unido «no es racista» y advierte que no tolerará las protestas violentas
«No apoyaré a aquellos que ignoran las reglas sobre el distanciamiento social», dijo el primer ministro, en referencia a las protestas
El pasado fin de semana estuvo marcado en el Reino Unido por las protestas contra el racismo y como homenaje a George Floyd, el ciudadano afroamericano asesinado en Estados Unidos el pasado 25 de mayo. Miles de personas llenaron las calles de varias ciudades bajo el llamado del Black Lives Matter pese a las restricciones vigentes para evitar la propagación del coronavirus, y aunque todo transcurrió en general de forma pacífica, también se produjeron algunos disturbios y varias estatuas fueron vandalizadas, como la del ex primer ministro, Winston Churchill, en Londres, y la del comerciante de esclavos Edward Colston en Bristol.
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En un vídeo colgado en su cuenta de Twitter el lunes por la noche, el primer ministro Boris Johnson manifestó que «en este país y en todo el mundo, sus últimas palabras, “no puedo respirar”, han despertado un enojo y un sentimiento de injusticia generalizado, incontrovertible e innegable, un sentimiento de que las personas de grupos étnicos negros y minoritarios enfrentan discriminación: en la educación, en el empleo, en la aplicación de la ley penal», señaló, y añadió que «los que lideramos y gobernamos simplemente no podemos ignorar esos sentimientos porque, en demasiados casos, me temo, están basados en la fría realidad ». Sin embargo, llamó a la población a Jtrabajar pacíficamente, legalmente, para derrotar el racismo» y advirtió que «toda la fuerza de la ley» caerá sobre «los violentos». Cerca de 40 policías resultaron heridos en la capital británica y 135 personas fueron detenidas en todo el Reino Unido durante las protestas.
Riesgo de nuevos contagios
«No apoyaré a aquellos que ignoran las reglas sobre el distanciamiento social, por la obvia razón de que corremos el riesgo de una nueva infección en un momento crítico, justo cuando hemos hecho un gran progreso», aseveró, y añadió que «debo decir claramente que quienes atacan la propiedad pública o a la policía, o que hieren a los agentes de policía que intentan mantenernos a salvo… Esas personas enfrentarán toda la fuerza de la ley, no solo por el daño que causan, sino también por el daño que están causando a la causa que dicen representar».
En declaraciones a ITV, el alcalde de Bristol, Marvin Rees, el primer alcalde negro elegido directamente en el Reino Unido, dijo que la estatua en el centro de Bristol fue una «afrenta personal» para él mientras crecía en la ciudad, pero explicó que «no puede tolerar el daño». «No lo tolero, pero hay que entenderlo, y hay una diferencia sutil pero significativa entre entender y tolerar, y eso es algo que el gobierno nacional haría bien en tener en cuenta», manifestó.
Un portavoz de Downing street explicó el lunes que Johnson no cree que Gran Bretaña sea un país racista. «El primer ministro no duda de que sigue habiendo discriminación y racismo , pero no está de acuerdo en que este sea un país racista», detalló, y agregó que «hemos logrado un progreso muy significativo en este tema, pero aún queda mucho por hacer y no seremos complacientes en nuestros esfuerzos para erradicar el racismo y la discriminación».