Johnson y Macron acuerdan que los viajeros entre ambos países no tengan que pasar la cuarentena
Ambos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica este domingo en la que concluyeron que «esta cooperación es especialmente necesaria para la gestión de nuestra frontera común»
Una de las medidas anunciadas este domingo por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, como parte de la salida del confinamientodebido a la pandemia del coronavirus, será la imposición de una cuarentena para los viajeros que lleguen por avión «para evitar contagios desde el exterior», aunque el primer ministro no dijo a partir de cuándo se pondrá en marcha la medida. No obstante, esto no afectará a Irlanda, y ahora tampoco a Francia , gracias a un acuerdo alcanzado entre el «premier» y el presidente francés, Emmanuel Macron. En un comunicado hecho público tras el discurso televisado de Johnson, anunciaron que «no se aplicarán medidas de cuarentena a viajeros procedentes de Francia en esta fase. Cualquier medida entre ambas partes se tomará de forma coordinada y recíproca ». Ambos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica ayer en la que concluyeron que «esta cooperación es especialmente necesaria para la gestión de nuestra frontera común».
El comunicado confirmó lo que el sábado ya había adelantado el ministro de Transportes británico, Grant Shapps, quien afirmó que el Ejecutivo estaba estudiando la posibilidad de obligar a los viajeros que ingresan al país a cumplir una cuarentena de 14 días . Esta posibilidad también la tiene Francia sobre la mesa, aunque no la ha puesto en marcha, y hace poco más de una semana, París aclaró que, en todo caso, la cuarentena no se le impondría a los ciudadanos que llegaran desde Reino Unido o la zona Schengen.
Fuentes de aerolíneas, aeropuertos y empresas de turismo han mostrado su preocupación por la medida, que califican como «devastadora» y han recalcado que, según la Organización Mundial de la Salud, la cuarentena es una medida efectiva solo en las primeras etapas de la transmisión del virus, pero el Gobierno de Johnson considera que el objetivo es evitar una segunda ola de la epidemia.
La cuarentena no se aplicará a los pasajeros de ferrocarriles o ferries. Y aunque Johnson no dio más detalles, algunos medios locales indican que la medida podría entrar en vigencia a finales de este mes y los viajeros tendrían que registrarse online días antes del viaje, así como proveer la dirección de la vivienda u hotel donde pasarían el aislamiento.
Anuncio de un posible modelo
Desde la óptica francesa, la disminución de las muertes y la propagación del virus serán índices «esenciales». Ante esa evidencia, el presidente francés y el primer ministro británico sientan las bases del posible camino a seguir en el proceso por venir del desconfinamiento de las fronteras: «Trabajar juntos para definir medidas concretas. Cooperación particularmente necesaria para la gestión de nuestras fronteras comunes».
El comunicado oficial del Elíseo, tras el diálogo telefónico de la pareja Macron - Johnson, concluye de este modo: «Ninguna medida de cuarentena se aplicará en el Reino Unido a los viajeros que lleguen de Francia, al nivel actual de la crisis. Toda medida, por ambas partes, se tomará de manera concertada y recíproca . Se creará un grupo de trabajo entre los dos gobiernos para asegurar la cooperación a lo largo de las próximas semanas».
Macron, como el resto de los líderes europeos, parece n confirmar la prolongación del cierre indefinido de las fronteras a los viajeros de países que no sean del Reino Unido y la UE.
El tráfico aéreo seguirá estando cerrado o muy limitado. El tráfico por carreteras ha comenzado a «liberalizarse» para camiones que transportan mercancías, pero está muy limitado a los particulares . En Francia, está prohibido viajar más allá de los cien kilómetros de la residencia habitual.
En Francia, los trenes nacionales comienzan a circular (entre el 50 y el 70 % a nivel nacional). Y funcionan algunas líneas con Bruselas y Londres, con muchísimas y condicionantes de carácter sanitario y laboral.
El diálogo directo entre Macron y Johnson parece anunciar el «modelo» del posible desconfinamiento de las fronteras europeas. Como es tradicional, la opinión de la Alemania de Angela Merkel seguirá teniendo un «pesoK muy considerable, a la luz de la evolución de la pandemia en los distintos Estados fronterizos.
«Controlar el virus, salvar vidas»
«Quedarse en casa, salvar vidas, proteger el NHS», ha sido desde el inicio de la gestión del coronavirus el eslogan oficial del Gobierno británico, pero lo cambió este domingo por otro: «Estar alerta, controlar el virus, salvar vidas». El cambio en el mensaje marca el inicio de la desescalada , que fue anunciada en televisión por el primer ministro Boris Johnson, que sin embargo dejó muchas lagunas y encendió de nuevo las críticas.
El confinamiento de la población en el Reino Unido, que cumple hoy siete semanas, nunca ha sido tan estricto como el de España, ya que desde el principio se permite salir a hacer deporte una hora diaria, y el premier anunció ayer una ligera relajación de las medidas.
El objetivo principal de esta suavización de las restricciones es poner en marcha la economía sin arriesgar la salud de la población y minimizando el riesgo en el Reino Unido de una segunda oleada del virus.
Primeras críticas al plan
Sin embargo, tanto la hoja de ruta como el nuevo eslogan han generado ya las primeras reacciones negativas y Nicola Sturgeon, Arlene Foster y Mark Drakeford, líderes de Escocia, Irlanda del Norte y Gales respectivamente, anunciaron que se distanciarán de Londres . «Para Escocia en este momento, dada la fragilidad del progreso que hemos logrado, dado el punto crítico en el que estamos, sería catastrófico abandonar el mensaje de “quedarse en casa”», dijo Sturgeon.
El ministro laborista de Salud en la sombra, Jonathan Ashworth, pidió «claridad absoluta de parte de Johnson» y señaló que «la gente está un poco perpleja preguntándose ¿qué significa mantenerse alerta? ¿qué quiere decir el gobierno con eso?».
En la misma línea de reproche se manifestó Dave Ward, secretario general del Sindicato de Comunicaciones, quien aseguró que «los mensajes de este Gobierno a lo largo de esta crisis han sido una broma total, pero su nuevo eslogan lo lleva a un nuevo nivel». Ward se preguntó: «¿Mantenerse alerta? Es un virus mortal, no un paso de cebra».
El plan del Ejecutivo hecho público por Johnson incluye un sistema de evaluación del riesgo de cinco niveles (del verde o número 1, que significa que el virus ya no está en la nación, al rojo o número 5 que significa que el NHS, el sistema nacional de salud, está desbordado) que servirá para gestionar el ritmo de la desescalada.
En este momento, explicó, se está pasando del nivel 4 al 3 y aclaró las tres fases que componen su plan, que es, eso sí, «condicional». «Tenemos el factor R (la tasa de contagios provocados por una persona afectada) por debajo de 1, entre 0,5 y 0,9», dijo el «premier», pero el resto de las cinco condiciones para levantar el bloqueo no se han cumplido por completo, por lo que «no es el momento de acabar el confinamiento», aseveró.
En esta primera fase instó a ir a trabajar a quienes no pueden desempeñar su labor desde casa, siempre que sigan las reglas de distanciamiento social y si es posible «sin utilizar el transporte público, preferiblemente caminando o en bicicleta».
Además, a partir del miércoles las salidas al aire libre pueden ser ilimitadas , pero solo con los residentes en la misma vivienda, siempre que se respete la distancia de seguridad, aunque advirtió que las multas para quienes incumplan van a ser más altas.
En la fase 2, que podría empezar en junio, se abrirían las aulas para algunos ciclos de primaria y las tiendas; y en la 3, en julio, podrían empezar a funcionar algunos servicios de restauración. Pero «si hay problemas, pondremos frenos», dijo el jefe del Gobierno, quien avanzó que «pronto» se impondrá una cuarentena a quienes ingresen al país por vía aérea.
«Más fuertes que nunca»
«Podemos ser más fuertes y mejores que nunca», dijo un optimista Boris Johnson, frase que contrasta con los 31.855 fallecidos confirmados hasta ayer y con el pronóstico de varios científicos de que si el confinamiento se relaja demasiado pronto, a final de año podrían haber muerto unas 100.000 personas .
El premier británico, que presentará el plan completo hoy en el Parlamento, fue criticado por el líder laborista, Keir Starmer: «Lo que el país quería esta noche era claridad y consenso, y me temo que no tenemos ninguno», dijo.
«Esta declaración plantea tantas preguntas como respuestas, y vemos la posibilidad de que Inglaterra, Escocia y Gales avancen en diferentes direcciones», lo que calificó como «una gran brecha».
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