Johnson advierte en su regreso que el Reino Unido está pasando por su momento de «máximo riesgo»
El primer ministro retoma sus funciones después de su convalecencia por infectarse de coronavirus
El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió esta mañana que el Reino Unido está pasando por su momento de «máximo riesgo» debido a la epidemia del coronavirus y pidió a la población «no perder la paciencia» con el confinamiento al que está sometida desde el pasado 23 de marzo. El «premier» hizo estas declaraciones a las afueras de Downing Street, tras su regreso después de estar tres semanas fuera recuperándose de Covid-19.
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Johnson fue ingresado en el hospital St. Thomas de Londres el 5 de abril, donde estuvo siete días -tres de ellos en la unidad de cuidados intensivos- y después continuó su convalecencia en Chequers, su residencia oficial en el campo. «Ahora estamos empezando a cambiar el rumbo» de la epidemia , afirmó, y agradeció a quienes estuvieron al frente de la gestión de la crisis mientras él estuvo fuera, así como a la ciudadanía por su «ímpetu y agallas». También manifestó su comprensión con quienes piden poner fin a la cuarentena, pero fue tajante al afirmar que se niega «a tirar todo el esfuerzo y sacrificio del pueblo británico» y arriesgarse a que se produzca un segundo pico del brote que podría conducir «al desastre de la economía», por lo que pidió a la gente que «contenga su impaciencia». En ese línea, añadió que «hasta ahora» la sociedad «ha protegido colectivamente a nuestro NHS (el sistema nacional de salud)» y «ha aplanado el pico» de la curva, pero aún no puede decir «cuándo o qué restricciones se levantarán» para suavizar la transición a una vida más cercana a la normalidad.
Momento muy sensible
Johnson, de 55 años, estaba este fin de semana «ansioso» por empezar a trabajar , según reveló un portavoz de Downing street, algo que también confirmó el ministro de Exteriores y primer secretario de Estado, Dominic Raab, que estuvo al mando del Gobierno durante la ausencia de Johnson.
El regreso del primer ministro coincide con un momento muy sensible para el país . Las personas fallecidas por Covid-19 son ya más de 20.000, la población empieza a dar muestras de agotamiento por el confinamiento, que de momento se mantendrá al menos hasta el 7 de mayo, y por la falta de información sobre cómo se irán relajando las medidas. La oposición ha exigido al Ejecutivo aclarar cuánto antes cómo y cuándo se hará la desescalada y las críticas van en aumento por la falta de test y de equipos de protección para el personal sanitario. Johnson también tendrá que aclarar los motivos de que su principal asesor, el polémico Dominic Cummings, participara en algunas reuniones del grupo de expertos científicos para emergencias (SAGE) que asesora al gobierno sobre las medidas necesarias para luchar contra la pandemia.
Críticas de los laboristas
El líder opositor del Partido Laborista, Keir Starmer, escribió una carta abierta a Johnson en la que le pide dar a conocer la estrategia de salida del bloqueo, ya que al negarse a dar más información está quedando «por detrás» del resto del mundo. «Actuar simplemente como si esta discusión no estuviera sucediendo no es creíble», escribió.
Johnson sin embargo prometió «transparencia» en su discurso de esta mañana y explicó que hay «signos reales de que estamos pasando por el pico», con menos ingresados en los hospitales así como menos pacientes en cuidados intensivos. Y aprovechó para hacer una analogía: «Si este virus fuera un asaltante inesperado e invisible, lo que puedo confirmar por experiencia personal, entonces este es el momento en que hemos empezado a pelear en el suelo», y «este es el momento de la oportunidad, el momento en el que podemos aprovechar nuestra ventaja» aunque «también es el momento de máximo riesgo».
«Sé que hay muchas personas mirando nuestro aparente éxito, y comenzando a preguntarse si ahora es el momento de suavizar las medidas de distanciamiento social», manifestó, pero hasta que la nación no cumpla con los cinco requisitos impuestos por el Gobierno para reducir las restricciones, incluida una caída constante en la tasa de mortalidad, no será «el momento de pasar a la segunda fase» de la lucha contra la enfermedad, aseguró.