Johnson advierte que levantar el confinamiento demasiado pronto sería un error
El primer ministro británico se enfrentó por primera vez al líder la oposición, el laborista Keir Starmer
Boris Johnson se enfrentó hoy por primera vez al líder la oposición, el laborista Keir Starmer, en la sesión de preguntas y respuestas al primer ministro en el Parlamento británico. La última vez que el «premier» respondió a los diputados en la Cámara de los Comunes fue el 25 de marzo, antes de ser ingresado por coronavirus y de que Westminster cerrara.
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Starmer, que empezó su intervención dándole la bienvenida a Johnson y felicitándole por el nacimiento de su hijo, cuestionó la respuesta del Gobierno ante la emergencia y pidió un «consenso nacional» para su gestión. «Al menos 29.427 personas en el Reino Unido han perdido la vida por este terrible virus, ¿cómo se llegó a esto?», preguntó Starmer, que señaló que Reino Unido fue «lento para decretar el cierre , lento en la realización de pruebas, lento en el rastreo y lento en el suministro de equipos de protección». Además, cuestionó al Ejecutivo sobre las muertes en residencias. Johnson respondió que «la epidemia en hogares de ancianos es algo de lo que me arrepiento amargamente», y recalcó el «gran esfuerzo» que se ha realizado para proporcionar equipos de protección al personal de los hogares de ancianos.
Evitar un segundo pico
Un día después de que la cifra oficial de muertos en el Reino Unido se convirtiera en la más alta de Europa y la segunda del mundo, con 29.427 personas fallecidas según el Gobierno -la Oficina Nacional de Estadística eleva el número por encima de las 32.000 muertes - Johnson advirtió que el confinamiento no podrá relajarse hasta que sea seguro hacerlo, con el fin de evitar un segundo pico del brote. Además, anunció que el domingo dará a conocer el plan de desescalada de la nación, pero advirtió que sería un error levantar el confinamiento demasiado pronto, lo que provocaría una segunda ola de la epidemia y un desastre económico.
«Cada muerte es una tragedia», dijo Johnson, que defendió que «cada decisión ha sido tomada con el objetivo de salvar vidas y proteger al NHS (el sistema nacional de salud)», pero aseguró que es «demasiado pronto» aún para comparar el número de muertos en el Reino Unido con otros países. «Ya habrá tiempo de mirar hacia atrás y ver si se hizo algo mal». Además, el primer ministro estableció un nuevo objetivo de realizar 200.000 test diarios a finales de este mes, tras alcanzar la meta inicial de realizar 100.000 pruebas al día la última semana de abril.