John Lee se convierte en el nuevo jefe del Ejecutivo en Hong Kong con el 99,4% de los votos
Lee ha cosechado 1.416 votos a favor y apenas 8 en contra entre los delegados del Comité Electoral, órgano encargado de la designación y bajo control de sectores prochinos
Ni siquiera unos particulares comicios en los que menos de 1.500 personas votaban a un único candidato han privado a Hong Kong de la parafernalia de un nombramiento disfrazado de elección. John Lee es desde hoy el nuevo jefe del Ejecutivo ; el quinto en la historia de un territorio cada vez más indistinguible, en formas como en fondo, del resto de China.
Lee ha cosechado 1.416 votos a favor y apenas 8 en contra entre los delegados del Comité Electoral, órgano encargado de la designación y bajo control de sectores prochinos. Un apoyo del 99,4 por ciento que supone una marca sin precedentes. Nada más lejos de la voluntad popular: si los 7,4 millones de habitantes de Hong Kong tuvieran voz y voto, el candidato hubiera albergado pocas posibilidades. Según la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de Hong Kong, su índice de aprobación se sitúa en un 34,8 por ciento.
Una realidad, no obstante, que el Partido Comunista Chino ha obviado al celebrar el triunfo de su valido. «La gran mayoría de los residentes de Hong Kong están llenos de confianza y expectativas, y creen que puede reclutar a políticos de talento para formar una Administración que gobierne con decisión y capaz de alcanzar sus objetivos», aseguraba la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado esta mañana por medio de un comunicado oficial.
Lee ostentaba el puesto de secretario jefe –número dos del Ejecutivo local– tras haber sido jefe de Seguridad. Como tal tuvo que lidiar con las manifestaciones prodemocracia que desde el verano de 2019 sacudieron el territorio; tarea simplificada cuando sus peticiones de auxilio fueron escuchadas en Pekín. Desde allí el Partido Comunista impuso en junio de 2020 una Ley de Seguridad Nacional que criminalizaba la disidencia en Hong Kong, el principio del fin de los derechos y libertades que diferenciaban a la excolonia del resto del continente. Lee fue uno de los políticos sancionados por Estados Unidos, dada su labor fundamental en el proceso.
Seguridad ante todo
La elección de Lee «indica que la principal prioridad de Pekín es mantener la seguridad política», apuntaba un informe reciente de Eurasia . Este, que desarrolló su carrera profesional en la policía, ha confirmado los presagios desde su discurso de celebración. «Protegeré Hong Kong de amenazas internas y externas y aseguraré que su estabilidad continúe siendo una cuestión central». ha proclamado esta mañana, poco después de conocerse el resultado de las urnas.
«Tiene poca visión económica y seguirá instrucciones de Pekín. (...) Hong Kong dejará de ser un centro financiero global para desempeñar un papel más limitado como puerta de entrada de capital para China», concluía el texto de la consultora.
Su primer viaje oficial como jefe del Ejecutivo le llevará, precisamente, ante sus benefactores en Pekín, quienes confirmarán su nombramiento a lo largo de este mes. Después, jurará el cargo: quizá ante Xi Jinping –como su predecesora, Carrie Lam– y quizá el próximo 1 de julio. Esta fecha coincide con el 25º aniversario de la devolución de soberanía, punto central del medio siglo durante el que China debía respetar los derechos y libertades del territorio. Un proceso finiquitado con 25 años de antelación que Lee viene a ratificar.
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