La izquierda radical intenta boicotear la Constituyente chilena

Elisa Loncon presidirá la convención que redactará la nueva Constitución

Reuters

Libio Pérez

La profesora de inglés, con varios posgrados en educación y dos doctorados en Lingüística, especialista en lenguas nativas, de 58 años y nacida en una familia que habita en los territorios mapuche, Elisa Loncon Antileo, se erigió ayer como la presidenta de la Convención Constitucional de Chile que redactará una nueva Constitución, al recibir 96 votos de los 155 delegados elegidos.

«Quiero agradecerle a todo el pueblo de Chile por votar por una persona mapuche y mujer para cambiar la historia de este país», dijo Loncon al asumir el liderazgo de la asamblea que durante un año trabajará en redactar una nueva ley fundamental que pondrá fin a la Constitución heredada por la dictadura militar del general Augusto Pinochet. «Estamos instalando una manera de ser plural, democrática, participativa, por los derechos de nuestras naciones originarias, por los derechos de la madre de Tierra, de las mujeres que caminaron en contra de un sistema de dominación y de los niños», añadió la académica y activista mapuche, el pueblo originario mayoritario en Chile.

Con casi tres horas de atraso comenzó la instalación de la Convención Constitucional que redactará la nueva Carta Magna para Chile. La atribulada ceremonia estuvo marcada por reiteradas interrupciones por los choques entre manifestantes y la Policía en las afueras de la sede de ex Congreso Nacional, donde se reunieron por primera vez los 155 delegados constituyentes designados por elección popular.

La llegada de la mayoría de los delegados estuvo acompañada por centenares de manifestantes que salieron desde media docena de puntos de Santiago, en caminatas que se desarrollaron en completa calma. Una vez ingresados al lugar de la ceremonia, un reducido grupo de manifestantes inició un intento por superar las vallas de seguridad que rodean el edificio, dando inicio a las primeras escaramuzas, que se prolongaron por un par de horas.

Pasadas las 10 de mañana, la funcionaria del Servicio Electoral, Carmen Gloria Valladares, dio la bienvenida a los constituyentes y una orquesta de jóvenes músicos interpretó el himno nacional chileno, cuando varios delegados comenzaron a recibir información sobre los incidentes en el exterior. En ese momento se produjo la interrupción de la ceremonia y una decena de los constituyentes –integrantes de distintos sectores de izquierdas- salieron a las calles a dialogar con los manifestantes. Sin embargo, los que intentaron moderar fueron rechazados por el grupo más radicalizado.

El grupo de violentos estaba integrado por jóvenes encapuchados que portaban escudos, similares a los usados durante el llamado ‘estallido social’ de octubre de 2019, formado por seguidores a las ‘barras bravas’ –simpatizantes de clubes de fútbol- y atomizadas organizaciones de la izquierda radical, como las facciones trotskistas y núcleos anarquistas. Algunos constituyentes, como el historiador Jorge Baradit y el exministro Marcos Barraza, apuntaron los dardos al Ministerio del Interior, por no garantizar la seguridad durante la ceremonia y al uso inmediato de la fuerza policial sin discriminar a los manifestantes, que en su mayoría se mantenía en calma.

Pasado el mediodía, Carmen Gloria Valladares reinició el acto y dio lectura a las resoluciones que validaron la elección de la asamblea, así como la lista de los 155 elegidos en paridad y con escaños reservados para los pueblos originarios. Terminada la lectura de la lista de delegados por orden alfabético, preguntó si «aceptan» la nominación para sus cargos. Los representantes indígenas estallaron en gritos –su forma de aprobación pues no aplauden- mientras la mayoría del resto exclamaba «y va a caer, y va a caer, la Constitución de Pinochet».

Cada delegado recibió una carpeta con dos sobres de dos distintos colores, para elegir la presidencia y vicepresidencia de la Convención Constitucional, lo que dio inicio a la votación para escoger a la mesa directiva. Por entonces, la calma había vuelto a la calle. En paralelo, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, desde el palacio presidencial de La Moneda, explicó que los incidentes fueron aislados y reducidos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación