Italia desafía abiertamente a la UE al aprobar unos presupuestos expansivos
El ministro de Economía amenazó con la dimisión, en protesta por romper con las reglas europeas, pero el presidente de la República le pidió su continuidad

Italia desafía abiertamente a la Unión Europea al aprobar unos presupuestos que rompen radicalmente sus compromisos con Bruselas. A última hora de la noche del jueves, el Consejo de ministros aprobó unos presupuestos que elevan el déficit al 2,4% del PIB para los próximos tres años. Teniendo en cuenta el tradicional incumplimiento de Italia en sus cuentas públicas , se supone ya que ese porcentaje se elevará en algunas décimas más.
El Gobierno anterior de Paolo Gentiloni había fijado un déficit del 0,8 por 100. El ministro de Economía, Giovanni Tria , había negociado duplicar esa cifra, para situar el déficit en el 1,6 %. Con reticencias, Bruselas había aceptado ese porcentaje, pero ahora el déficit se ha elevado tres veces el presupuesto prometido por el Gobierno anterior. Esa diferencia en el déficit supondrá al menos 25.000 millones de euros de gasto público, sin que haya ninguna cobertura para financiarlos, ya que no habrá recortes ni subida de impuestos.
Ese incremento en gasto público irá a pagar, en primer lugar, la renta de ciudadanía , una especie de subsidio de desempleo de 780 euros, del que se podrán beneficiar 6 millones de personas, con un coste inicial de 10.000 millones de euros. Se reducen también los impuestos , en particular a las pequeñas empresas y habrá un condono fiscal. Un capítulo importante será la reforma de las pensiones, rebajando la edad de jubilación. Se espera que unas 500.000 personas se jubilen anticipadamente, una medida que el gobierno «vende» asegurando que esos puestos serán ocupados por jóvenes.
Astronómica deuda pública
El grave problema de estos presupuestos expansivos es que se incrementará la deuda pública, que ya alcanza una cifra monstruosa: Dos billones trescientos mil millones de euros, lo que representa el 132,5 por 100 del Producto Interior Bruto. En definitiva, se trata de unos presupuestos que olvidan por completo aspectos que Italia necesita resolver desde hace años: La mejora de los servicios públicos , infraestructuras, la escuela, la situación aún delicada de algún sector bancario o la reforma de la burocracia para atraer inversiones. De todo ello, ni una palabra.
Cancelación de la «pobreza»
Los partidos populistas lo han celebrado como una gran victoria. El líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio , aseguró con gran demagogia y retórica vacía que en un «día histórico, porque se ha cancelado la pobreza en Italia» y «se ha restituido el futuro a seis millones de italianos». A Di Maio le ha respondido el comisario de Asuntos Económicos de la UE, destacando que el aumento de la deuda supone empobrecer a Italia : «Si los italianos continúan a endeudarse, aumentará su tipo de interés de los préstamos; cada euro destinado a aumentar la deuda, supone un euro menos para carreteras, para escuelas y para la justicia social».
Derrota del ministro de Economía
Frente a los populistas, el perdedor ha sido el ministro de Economía, el profesor Giovanni Tria . Había llegado incluso a comprometer su palabra de que el déficit no superaría el 1,6%, afirmando que al asumir el cargo había jurado «para trabajar por los intereses del pueblo italiano». Pero, en la práctica, el ministro Tria ha sido desautorizado por los dos vicepresidentes populistas del gobierno, Matteo Salvini , ministro del Interior y líder de la Liga; y Luigi di Maio , ministro del Trabajo y líder del Movimiento 5 Estrellas. Tria había mantenido con ellos un tira y afloja, amenazando incluso con su dimisión . Al final ha tenido que intervenir incluso el presidente de la República, para disuadirlo y pedirle su continuidad al frente del ministerio de Economía, porque su marcha hubiera sido una muy mala señal para Bruselas y los mercados.
Reacciones muy negativas
Está claro que los partidos populistas han aprobado un presupuesto expansivo pensando en las próximas elecciones europeas de mayo próximo, que esperan ganar con gran margen. La oposición ha puesto el grito en el cielo, por considerar que el resultado de estos presupuestos supondrá un empobrecimiento del país, al aumentar significativamente su deuda.
Por otro lado, el gobierno italiano tendrá una dura negociación con Bruselas , que podría sancionar a Italia. De momento, la «sanción» ha llegado ya en los mercados: La Bolsa de Milán sufría pérdidas esta mañana del 2,5%, con caídas muy notables de los bancos, mientras la prima de riesgo llegaba a los 265 puntos (la española está en 102 puntos).
En el mes de octubre se pronunciaran las agencias de rating para valorar el riesgo del crédito italiano. Se teme en especial a Moody’s, porque algunos expertos adelantan que podría rebajar uno o dos escalones la calificación de la deuda italiana, dejando sus títulos de Estado al borde de los bonos basura. Sería una pésima señal de gran costo para el país, porque Italia necesita que los inversores compren cada año casi 400.000 millones de euros en títulos de Estado, una operación difícil y de mayor coste cuando no hay confianza en la economía de un país.
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