Israel y Emiratos Árabes Unidos firman una histórica alianza frente a Irán
Bennett es el primer líder israelí en visitar de manera oficial el reino emiratí
Naftali Bennett hizo historia allí donde le hubiera gustado figurar a Benjamín Netanyahu y se convirtió en el primer jefe de gobierno de Israel en visitar de manera oficial Emiratos Árabes Unidos (EAU) . Su antecesor en el cargo lo intentó en varias ocasiones, pero por diferentes motivos no pudo culminar este viaje que es un fruto más de los Acuerdos Abraham apadrinados por Donald Trump en 2020, firmados por el propio Netanyahu y que han traído la normalización de relaciones de Israel con EAU, Marruecos, Bahrein y Sudán. Seguridad regional y economía fueron los pilares de esta visita histórica que, como todo lo vinculado a estos acuerdos, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) considera «una traición».
Bennet mantuvo un encuentro de cuatro horas con Mohamed Bin Zayed (MBZ) , heredero al trono y hombre fuerte del reino, en su residencia privada y al final del mismo WAM, la agencia oficial emiratí, emitió un comunicado para destacar la importancia de la cooperación entre los dos países para la «estabilidad de la región».
La agencia estatal no hizo mención a Irán, país vecino del Golfo que es la máxima preocupación del Estado judío y del que Bennett tenía planeado hablar con Mohamed Bin Zayed, según adelantó antes de subirse al avión en Tel Aviv.
El viaje del primer ministro de Israel se produjo en mitad de las conversaciones indirectas entre Estados Unidos y la república islámica en Viena para resucitar el acuerdo nuclear de 2015 y solo unos días después de la visita a Teherán del asesor de seguridad nacional emiratí, jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan.
En el transcurso de este viaje, Al Nahyan invitó al presidente Ebrahim Raisi a viajar a Abu Dhabi , una muestra más del deseo de Emiratos Árabes Unidos de convertirse en actor clave en la diplomacia regional.
Emiratíes e israelíes comparten la visión de la república islámica como amenaza en Oriente Medio y no son partidarios de recuperar el acuerdo alcanzado en la etapa de Barack Obama por el que se levantaron las sanciones a los iraníes a cambio de la limitación del enriquecimiento de uranio.
El histórico acuerdo de 2015 logró que los iraníes se comprometieran a no enriquecer uranio por encima de 3,67 por ciento, pero tras la decisión de Trump de salir del acuerdo y volver a imponer castigos, Irán ha respondido elevando el enriquecimiento al 60 por ciento, cada vez más cerca del 90 por ciento necesario para lograr la bomba.
Trump fue el impulsor de estos acuerdos por los que Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Marruecos y Sudán rompieron el consenso anterior en el mundo árabe y establecieron relaciones con Israel sin esperar a resolver la cuestión palestina, por eso las autoridades de Ramala los calificaron de «puñalada por la espalda».
'Drones kamikaze'
EE.UU. no dudó en ofrecer a todos ellos importantes compensaciones a cambio y en el caso de Marruecos fue un paso más allá y reconoció la soberanía del reino alauí sobre el Sáhara Occidental.
En los últimos meses se han puesto en marcha vuelos directos de Tel Aviv a Dubai, Abu Dabi, Rabat o Manana, se han abierto embajadas y se han producido visitas oficiales para fortalecer especialmente los lazos económicos.
En el caso marroquí, la delegación del estado judío la encabezó el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el viaje de hace un mes sirvió para la firma de acuerdos de carácter militar «que permitirán a las instituciones de defensa de ambos países disfrutar de una mayor cooperación en los campos de inteligencia, cooperación industrial, entrenamiento militar y otros», según informó Defensa.
Esta nueva colaboración entre ambos países sirvió también para cerrar la compra por parte de Marruecos de varios aviones no tripulados de Israel Aerospace Industries por un valor de 19,5 millones de euros. Se trataría de los «drones kamikaze» similares a los que Azerbaiyán empleó en el enfrentamiento con Armenia en la guerra del Alto Karabaj de 2020.
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