Israel amenaza con invadir Gaza si prosiguen los disturbios en la Valla
Luto y huelga en los Territorios Ocupados Palestinos tras la violencia del viernes, que dejó 16 muertos y 1.400 heridos
Gaza es una olla a presión y la «Marcha del Retorno» organizada el viernes para conmemorar el «Día de la Tierra» se convirtió en la jornada más sangrienta en la Franja desde la guerra de 2014, en la que Israel mató a más de 2.500 personas, la mayoría civiles, según la ONU, en una ofensiva que duró 40 días. Esta vez los soldados tuvieron menos de 24 horas y, una vez más, abrieron fuego contra los manifestantes que se acercaron a la verja de separación. Mataron a 16 y hubo 1.400 heridos.
El Ejército aseguró que se enfrentó a «una manifestación violenta y terrorista en seis puntos a lo largo de la frontera» y que usó «fuego dirigido» donde había intentos por dañar o vulnerar la valla de seguridad. La versión oficial contrasta con las imágenes de jóvenes heridos de bala mientras rezaban o incluso a quienes se disparó por la espalda, como Abed el-Fatah Abed e-Nabi, muerto cuando corría en dirección contraria a la verja en la zona de Yabalia, según las imágenes difundidas por los organizadores de una movilización que planean mantener las protestas en la frontera durante las próximas seis semanas.
En diciembre los soldados también mataron de un disparo a Abu Thuraya, un palestino de 29 años con las dos piernas amputadas que protestaba sentado en su silla de ruedas y, debido al clamor internacional, se abrió una investigación para aclarar lo sucedido. Ayer, el día después la gran marcha, en la que participaron entre 30.000 y 40.000 personas , según las cifras que ofrecen israelíes y palestinos respectivamente, fue un día de luto nacional en Palestina, tal y como lo decretó el presidente, Mahmud Abás , que responsabilizó a Israel de las muertes de los manifestantes. «El gran número de mártires (muertos) y de personas heridas en estas manifestaciones populares y pacíficas demuestra que la comunidad internacional debe intervenir para asegurar la protección de nuestro pueblo palestino», señaló el veterano dirigente palestino.
Tras despedir a los 16 fallecidos, cientos de personas se acercaron a dos puntos de la valla y se registraron nuevos choques con los soldados en los que hubo 13 heridos, según fuentes médicas de la Franja. Fue una movilización mucho menor que la de la víspera, pero se mantienen las tiendas de campaña y los organizadores seguirán llamando a los gazatíes a secundar las movilizaciones.
Debido al alto número de muertos causados por las fuerzas israelíes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres , pidió la apertura de una «investigación independiente». Desde el organismo internacional recordaron al Estado judío que debe «respetar sus responsabilidades bajo el derecho internacional y la ley humanitaria» y desde organizaciones de derechos humanos como la israelí Betselem recordaron a los soldados que «disparar contra manifestantes desarmados es ilegal y la orden que lo permite es manifiestamente ilegal».
Esta organización advirtió ya antes de los incidentes que no se debe tratar las zonas de manifestaciones como áreas de combate ni disparar con fuego real sobre los manifestantes : «Soldados armados y manifestantes desarmados no están en guerra», expresó en un comunicado. Hasta el 15 de mayoIsrael culpa de la situación a Hamás, facción islamista que desde hace una década está al frente de Gaza. Desde su llegada al poder, la Franja está bloqueada tanto por israelíes como por egipcios y la situación humanitaria se ha ido deteriorando con el paso de los años hasta hacerse insostenible.
El portavoz del Ejército, Ronen Manelis , amenazó con incrementar la mano dura «si Hamás pretende seguir así y convertir la valla en un lugar de eventos violentos diarios hasta el 15 de mayo, no vamos a permitir ese juego de ping-pong, ellos cometiendo actos terroristas camuflados de protestas y nosotros reaccionando: iremos más allá para acabar con la violencia». El grupo islamista admitió la muerte de cinco de sus milicianos durante la protesta del viernes. La «gran marcha del retorno», que pide el regreso de los refugiados palestinos a las tierras de las que les expulsaron tras la creación del Estado judío, coincidió este año con el «Día de la Tierra», un homenaje que se rinde anualmente cada 30 de marzo a seis árabes israelíes muertos en 1976 en manifestaciones contra la confiscación de tierras por Israel.
Mientras grupos de jóvenes se acercaron a la valla con neumáticos ardiendo y piedras, la inmensa mayoría de los manifestantes, familias enteras con ancianos y niños, se quedaron a una distancia prudencial. Los organizadores pretenden mantener la tensión en los 65 kilómetros de frontera hasta el 15 de mayo, día de la «nakba» en el que los palestinos conmemoran «el desastre» que supuso para ellos la creación de Israel. Un día antes, Donald Trump tiene previsto estar en Jerusalén para inaugurar su Embajada. Una medida que seguro provocará nuevos choques como ya ocurrió cuando el presidente estadounidense comunicó su decisión de trasladar la legación de Tel Aviv a la ciudad santa.
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