Italia
Acuerdo anti Salvini en Italia para mantener a Conte de primer ministro
«Amamos a Italia y creemos que vale la pena intentar esta experiencia», ha explicado Zingaretti, el líder de los socialdemócratas, desde la sede de la Presidencia
«Estos días (Salvini, líder de la Liga) me ofreció ser primer ministro para volver al pacto entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas», afirmó el líder del M5E, Luigi di Maio
Por fin hubo «fumata blanca». El presidente de la República, Sergio Mattarella, encargará hoy a las 9.30 horas al primer ministro dimisionario, Giuseppe Conte, la formación de un gobierno de coalición entre el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas. Mattarella ha adoptado la decisión de que gobierne el país una coalición del centro izquierda con los populistas, una vez que los dos partidos le han dado ciertas garantías.
En primer lugar, a Mattarella le han prometido la formación de un Ejecutivo sólido para que, a ser posible, dure hasta el final de la legislatura en el 2023. También han asegurado a Mattarella que cuentan con los números suficientes en el Parlamento para que la nueva mayoría obtenga la confianza. «Podemos empezar con el gobierno», fue la frase común que indicaron en sus respectivos turnos de consultas el jefe político del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, y el secretario del Partido Democrático, Nicola Zingaretti.
Con el fin de formalizar el encargo, Conte ha sido convocado por Mattarella para esta mañana en el Palacio del Quirinal y, como suele ser la fórmula habitual, aceptará el encargo con reserva. Se tomará los días que necesite, no más de una semana, para formar su gobierno, y entonces regresará con la lista de ministros, a la que debe dar su aprobación el jefe del Estado, porque es él quien firma esos nombramientos. Para dar su visto bueno, el presidente Mattarella, un europeísta convencido, considera decisivos los ministros de Economía, de Asuntos Exteriores y de Justicia, por lo que exige siempre nombres con garantías para esos cargos. Conte se debe presentar también con un programa definido y la estructura que tendrá el gobierno.
No lo tendrá nada fácil Giuseppe Conte para conformar su lista de ministros. El mayor obstáculo en las negociaciones lo ha representado el jefe político del M5E, cuyo liderazgo es cada día más discutido en el Movimiento, porque su gestión ha sido una catástrofe política. El M5E obtuvo el 4 marzo 2018 casi un 33 % de votos, y en las europeas de mayo pasado descendió al 17 %. Muy pobre es también su balance como vicepresidente y titular de dos ministerios, Trabajo y Desarrollo Económico. Pero Di Maio no quería perder peso político en el nuevo Gobierno y pidió una vicepresidencia y el ministerio del Interior.
Intereses compartidos
«No acepto ser humillado. Yo soy el jefe político del M5E y debo entrar en el Gobierno como vicepresidente», dijo Di Maio al líder del PD Zingaretti en una tensa conversación, según han contado los medios italianos.
El Partido Democrático consideró inaceptable esa pretensión, teniendo en cuenta que Giuseppe Conte es considerado como una figura del M5E, pues será primer ministro a propuesta de los «grillinos», aunque no está inscrito en el partido de Grillo. Por tanto, el PD considera que la vicepresidencia les corresponde, y a Di Maio se le ofreció como posibilidad la cartera de Defensa. Los analistas estiman que Luigi Di Maio no es consciente de que hoy en Italia se ha abierto una fase completamente nueva y que deberá adaptarse al igual que los dos partidos que formarán la coalición, hasta ayer acérrimos enemigos que solo se hablaban entre ellos con insultos.
Ahora todos tienen por delante un desafío enorme y tendrán que hacer de la necesidad virtud, porque es un gobierno que nace por dos razones que están relacionadas. Por una parte, para evitar que el líder de la Liga, Matteo Salvini, tuviera todo el poder o, como él pedía a los italianos, «plenos poderes para actuar sin obstáculos»; y por otra, para permitir al Movimiento 5 Estrellas conservar el poder y al PD retomarlo. Ambos partidos deberán gobernar teniendo muy en cuenta las regiones del norte, donde gobierna el centro derecha y la Liga, que obtuvo el 40 % de los votos en las elecciones europeas.
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