Infectado por coronavirus un diputado conservador de la Asamblea Nacional de Francia
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ataca a una de sus rivales en las municipales, la exministra de Sanidad Agnès Buzyn, por su gestión de la crisis causada por el virus
La crisis del coronavirus se ha transformado en un problema político sensible para las elecciones municipales de 15 y el 22 de este mismo mes de marzo, introduciendo factores que pueden tener un alcance imprevisible en París en algunas ciudades importantes, como Perpignan, y en algunas regiones, como el norte de Francia, uno de los feudos de la extrema derecha de la familia Le Pen.
La presidencia de la Asamblea Nacional (AN), pilar del sistema parlamentario, ha confirmado que un diputado conservador del departamento de Haut-Rhin ha sido hospitalizado con signos de contaminación.
Según la misma fuente, oficial, se sospecha que dos asalariados que trabaja en el bar y el restaurante de la AN también han sido infectado. El primero ha sido confinado en su domicilio. El segundo ha sido hospitalizado.
En otro plano, en París, la alcaldesa saliente, Anne Hidalgo (socialista), en mala postura electoral, según los sondeos, lanza diarias pullas contra Agnès Buzyn, candidata de Emmanuel Macron, ex ministra de Sanidad, denunciando los «fallos» en la gestión del principio de la crisis.
Rachida Dati, candidata conservadora, a la alza, según los sondeos, evita “atacar” de frente con el tema de la crisis, pero «machaca» a toda hora con dos problemas sensibles: «Suciedad e inseguridad». Se trata de problemas de fondo, que vienen de muy lejos, anteriores a la crisis del coronavirus. Pero a nadie se le oculta que la “suciedad” es un factor de riesgo muy sensible.
En varios municipios del norte de Francia y en Perpignan, donde se cotiza a la alza el candidato de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), Louis Aliot, ex compañero sentimental de Marine Le Pen, se han denunciado “llamaradas racistas” contra inmigrantes o franceses de origen asiático. En varios feudos extremistas, próximos a la frontera belga, las pintadas contra los “amarillos” y el acoso de niños de familia asiática, en algunas escuelas, son problemas recurrentes, desde hace días.
En muchas localidades, grandes y pequeñas, muchos alcaldes salientes, donde se anuncian resultados «imprevisibles», consecuencia de una abstención muy temida, las autoridades locales se han apresurado a anunciar que tienen previsto proponer mascarillas y productos de higiene a la entrada de los colegios electorales.
Ha llegado a especularse con un posible aplazamiento de las inminentes elecciones municipales, pronto desmentido por los portavoces oficiales de Emmanuel Macron. «Sobre todo, es imprescindible no añadir psicosis a la psicosis», ha declarado Joseph Rochelle, alcalde de Auray (Morbihan). Algunos portavoces gubernamentales, matizan la situación en estos términos: «En estos momentos, las elecciones se mantienen, claro está».
Ese «en estos momentos» no ha dejado de introducir factores de incertidumbre. ¿Podrán celebrarse las elecciones municipales si se agrava la crisis del coronavirus durante los próximos diez días? “La duda ofende”, responde, lacónica, una fuente gubernamental.
A la espera de acontecimientos, en París, las grandes capitales de provincias y en las zonas más o menos afectadas (Norte y Bretaña, de entrada), las cuestiones más urgentes son las del «día a día»: consejos prácticos, distribución de mascarillas y productos de higiene.
La Association des maires de France (AMF, Asociación de alcaldes de Francia) intenta orquestar y organizar respuestas comunes de carácter técnico y preventivo.