Imran Khan proclama su victoria en Pakistán
«Quiero dar las gracias a Alá por esta oportunidad para servir al país», ha afirmado el ya autoproclamado próximo primer ministro
El exjugador de críquet Imran Khan , del Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), ha proclamado este jueves su victoria en las elecciones generales paquistaníes celebradas el miércoles, a falta de que se anuncien los resultados oficiales tras un prolongado retraso entre alegaciones de fraude.
«Quiero dar las gracias a Alá por esta oportunidad para servir al país», ha afirmado el ya autoproclamado próximo primer ministro de Pakistán, en un discurso retransmitido desde su residencia en Islamabad.
El PTI ha obtenido hasta ahora 53 de los 272 escaños posibles en la Asamblea Nacional, seguido por l a Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), saliente del Gobierno, con 17, según datos de la Comisión Electoral de Pakistán (ECP).
Flanqueado por una bandera paquistaní y otra de su partido, Khan ha repetido el discurso anticorrupción que lleva proclamando desde que entró en política hace 21 años.
«Nuestras instituciones serán más fuertes y todo el mundo rendirá cuentas. Yo el primero y después mis ministros», ha dicho el político de 65 años.
El campeón del mundo de críquet en 1992 ha indicado que no se mudará a la residencia del primer ministro y que convertirá otros edificios gubernamentales en edificios públicos. «Me avergonzaría ir y vivir allí. Queremos convertirlo en una institución educativa o pública», ha dicho.
Khan ha afirmado que su «inspiración» es el profeta del islam, quien creó un «estado del bienestar» que ha prometido recrear durante la campaña electoral.
También ha señalado a Mohamed Ali Jinnah , el fundador de Pakistán, como una inspiración.
Miras internacionales
En cuanto a relaciones internacionales, ha afirmado que quiere una relación «beneficiosa para ambos» con Estados Unidos y que le «encantaría» establecer unas fronteras abiertas con su vecino Afganistán «como la Unión Europea».
Respecto a la India, Khan se quejó de que los medios de ese país lo mostraron "como un villano" en las últimas semanas, pero remarcó que es necesario mejorar los lazos económicos entre ambos países. «El comercio entre la India y Pakistán es importante», ha subrayado.
El anuncio de su victoria se produce entre denuncias de fraude. Según los informes de los medios locales, apenas la mitad de los votos se habían contabilizado unas 18 horas después de que finalizara el día de la votación. La Comisión Electoral de Pakistán (PCE) ha justificado esta lentitud por «problemas técnicos» relacionados con el uso de nuevo software electoral.
«Estas elecciones no están contaminadas (...) Son 100% justas y transparentes», ha dicho su director, Sardar Muhammad Raza , en una conferencia de prensa, la tercera para el ECP durante esta semana. noche electoral fuera de lo común.
Violentas votaciones
La violencia empaña una vez más las elecciones generales en Pakistán. Un ataque suicida mató el miércoles al menos a 30 personas y dejó a decenas heridas en la entrada de un centro electoral de la ciudad de Quetta, en el suroeste del país. De acuerdo con la agencia AFP, el atentado tuvo lugar cuando un kamikaze intentó entrar en un colegio electoral, haciéndose estallar al ser interceptado por la Policía. Entre los fallecidos se encuentran civiles y policías. El autodenominado Estado Islámico (Daesh) reivindicó el atentado que aumenta, aún más si cabe, la tensión entre los diferentes partidos. Mas de 100 millones de paquistaníes estaban llamados a las urnas en unos apretados comicios que enfrentan al héroe nacional de críquet, Imran Khan, contra el partido del encarcelado ex primer ministro Nawaz Sharif.
Poco después de los hechos, tanto Shahbaz Sharif , líder de la Liga Musulmana de Pakistán ( PML-N), el frente que acaba de terminar su mandato, como Imran Khan , del Movimiento por la Justicia (PTI), condenaron la matanza.
800.000 soldados
Éste no fue el único incidente de la jornada: el lanzamiento de una granada en otro centro de votación en el distrito de Khuzdar dejó un policía muerto y tres heridos. Más de 800.000 soldados y policías han sido desplegados para preservar la seguridad después de que varios asesinatos de candidatos y atentados a lo largo de la campaña electoral hayan provocado 180 muertos . El pasado 13 de julio un atentado suicida del autodenominado Estado Islámico causó 149 muertos en un mitin en la provincia de Baluchistán.
Las elecciones en Pakistan suponían, hasta el momento, la alternancia de dos formaciones en el poder : el Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) de la dinastía Bhutto y la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), de la familia Sharif . Se suma a ellos ahora el movimiento del excampeón de críquet, Imran Khan.
Shahbaz Sharif , hermano del ex primer ministro Nawaz Sharif, condenado a diez años de cárcel por corrupción, acusa a las Fuerzas Armadas y a la Justicia de haber hecho todo lo posible por perjudicar a su partido, incluso forzando a sus candidatos a cambiar su lealtad. El candidato del PTI, Imran Khan , quien ha estado siempre por delante, tras los últimos resultados del conteo, promete por su parte derrocar a una élite política depredadora que obstaculiza el desarrollo de la empobrecida nación musulmana de 208 millones de habitantes, donde la tasa de analfabetismo supera el 40%.; y ha pedido la salida de las tropas de EE.UU.. El tercer aspirante, aunque nunca ha tenido posibilidades, es el joven Bilawal Bhutto, quien trata de recuperar la herencia de su madre, la popular Benazir.
¿Cambio de rumbo?
Las elecciones generales celebradas en Pakistán este miércoles suponen la segunda vez que un Gobierno civil traspasa el mando a otro tras un periodo legislativo completo y a través de elecciones democráticas.
La situación depende sustancialmente del papel de los militares, quienes han gobernado el país casi la mitad de sus 71 años de historia desde su fundación en 1947 y constituyen la institución más fuerte de Pakistán. No en vano, el proceso electoral ha estado plagado de reproches contra las fuerzas armadas por intentar inclinar la balanza a favor de Khan después de numerosos desencuentros con Nawaz Sharif en lo que atañe a la política exterior y de seguridad. Antes de ser destituido, Sharif, había logrado cierta autonomía con respecto a los militares consolidando una posición cada vez menos controlable.
Defensores de los derechos humanos, políticos y observadores han acusado a los militares de amenazar y presionar a diferentes medios y activistas . Igualmente, sectores diplomáticos han expresado su preocupación sobre posibles casos de manipulación de los comicios al gozar el Ejército de amplios poderes dentro de los colegios electorales. Las Fuerzas Armadas lo niegan y rechazan cualquier papel directo en la elección del vencedor.
El país se encuentra en una incipiente crisis económoca: Pakistán afronta una posible crisis de pagos a causa del déficit comercial y una deficiencia de divisas que ha llevado al Gobierno interino a iniciar el proceso preliminar para negociar un préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El país vive además un empeoramiento de sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos y sufre una creciente escasez de agua en el país.
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