El centro de Seúl se ha llenado este sábado de cientos de miles de personas. Todas ellas han participado en una multitudinaria manifestación. Los presentes han tomado la capital para exigir la dimisión de la presidente del país, Park Geun-hye. La presidente está acusada de participar en un gran escándalo de corrupción y tráfico de influencias. «Park Geun-hye dimisión» fue la frase más coreada por los manifestantes (220.000 según la Policía y un millón según los organizadores. Los presentes se han concentrado en la céntrica plaza del Ayuntamiento y la avenida Gwanghwamun. Pantallas gigantes, escenarios, canciones protesta... La manifestación ha contado con todo tipo de actividades. «Me siento muy triste. Siento como si mi país se hubiera perdido, como si fuera el fin del mundo», ha señalado una manifestante.. El hecho de que una desconocida haya podido tomar importantes decisiones gubernamentales y obtener riqueza y privilegios de su exclusiva conexión ha llevado a prácticamente todo el país a dar la espalda a su presidenta. Tras dos primeras manifestaciones las pasadas semanas, finalmente los partidos de la oposición y hasta 1.500 organizaciones civiles se coordinaron para organizar la protesta masiva. Los presentes han copado las calles. Al ponerse el sol los manifestantes acompañaron su protesta con velas encendidas.