Entre algunos gritos de «¡USA, USA!», visitaron la plaza de Armas, el museo de la ciudad y la catedral, donde le recibió el arzobispo, cardenal Jaime Ortega, quien precisamente tuvo un papel destacado en el acercamiento entre EE.UU. y Cuba. Para cenar, escogieron el restaurante San Cristóbal, próximo al museo. Ochenta y ocho años después, un presidente de Estados Unidos pisa la isla caribeña para rubricar el fin de la guerra fría entre ambos países. El mismo día en que Barack Obama se disponía a aterrizar en La Habana, el régimen presidido por Raúl Castro dejó claro ayer que el deshielo en las relaciones con los Estados Unidos no significa que las libertades vayan a abrirse camino en la isla. Malia y Sasha aterrizaron junto a sus padres, el matrimonio Obama en el aeropuerto internacional José Martí. El magnate Donald Trump, precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ha criticado este domingo al presidente de Cuba, Raúl Castro, por no recibir a su homólogo estadounidense, Barack Obama, a su llegada a La Habana. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado este domingo que su visita a Cuba es sólo «un primer paso» en la nueva relación entre ambos países, agregando que la misma tiene carácter «histórico». En un encuentro con el personal de la Embajada estadounidense en La Habana, el mandatario ha recordado que «han pasado casi 90 años desde que un presidente estadounidense estuvo en Cuba». «Es maravilloso estar aquí», ha agregado. Protegidos por paraguas de la intensa lluvia y guiados por un historiador local llamado Eusebio Leal, Obama y su familia recorrieron las calles de La Habana Vieja, escasas de gente y blindadas por un fuerte dispositivo policial. «En 1928, el presidente (Calvin) Coolidge vino en un buque de guerra y tardó tres días en llegar. Yo he tardado sólo tres horas», ha bromeado, recalcando que es la primera vez que el Air Force One aterriza en territorio cubano. Protegidos por paraguas de la intensa lluvia y guiados por un historiador local llamado Eusebio Leal, Obama y su familia recorrieron las calles de La Habana Vieja, escasas de gente y blindadas por un fuerte dispositivo policial. «Esta es nuestra primera parada. Es una visita histórica y es una oportunidad histórica para interactuar de forma directa con el pueblo cubano», ha apuntado Obama. Una vez en la capital cubana, donde cayó un intenso aguacero a lo largo de la tarde, Obama se dirigió al hotel Meliá Cohiba y saludó allí al personal de la embajada de EE.UU., reabierta el pasado verano después de décadas, así como a sus familias. Tras ser recibido con aplausos, manifestó su deseo de que cuando los hijos de los trabajadores de legación diplomática crezcan «vean como algo natural que un presidente de Estados Unidos esté en Cuba». El presidente de EEUU, Barack Obama, cerró su primer día en Cuba con un paseo y una cena en familia en La Habana Vieja, donde recibió un cálido recibimiento de los cubanos que se animaron a salir a la calle deseosos de verle pese al fuerte aguacero que cayó esta tarde en la capital.