En imágenes: Hong Kong, una revolución del siglo XXI

Entre nubes de gases lacrimógenos, la Policia detuvo a un centenar de manifestantes, con al menos un herido de consideración por las fuertes cargas de los antidisturbios. Los manifestantes montaron barricadas por los distritos comerciales de Causeway Bay y Wan Chai, en el centro de Hong Kong. Lanzando gases lacrimógenos y con su cañón de agua, la Policía persiguió durante horas a los manifestantes en una intensa batalla campal. Debido a la fuerza de la cargas policiales, al menos uno de los detenidos tuvo que ser evacuado en ambulancia, aparentemente inconsciente, y con el cuello inmovilizado. La Policía de Hong Kong se empleó a fondo usando gases lacrimógenos, pelotas de goma, espray de pimienta y su cañón de agua tintada para apagar los incendios y «manchar» a los manifestantes con el fin de identificarlos y detenerlos luego. Decenas de miles de personas, sobre todo jóvenes y adolescentes, inundaron el centro de Hong Kong en una marcha contra los totalitarismos, prohibida por la Policía, en la que pidieron ayuda a la comunidad internacional frente al autoritario régimen chino. Con carteles que habían transformado en una esvástica las estrellas amarillas de la bandera china, los manifestantes comparaban al régimen comunista con el nazismo. Parapetados bajo sus paraguas al modo de la «tortuga romana», los manifestantes ondean la «Bauhinia negra», bandera de las protestas que cambia el rojo original de la enseña de Hong Kong. Los jóvenes volvieron a destrozar bocas de metro, objetivo de su ira por los cortes de líneas y cierre de estaciones para mermar la asistencia a las manifestaciones. Con barricadas bajo los rascacielos, organizada a través de las redes sociales, retransmitida en directo por los medios y reprimida por la Policía con la más avanzada tecnología, las protestas de Hong Kong son la primera revolución del siglo XXI en una sociedad desarrollada. Desde detrás de sus barricadas, los manifestantes de Hong Kong dirigen punteros láser para deslumbrar a la Policía antidisturbios y que no puedan grabarlos.