La guerra anti-droga de Duterte supera las 7.000 muertes
Organizaciones pro derechos humanos denuncian la abusiva campaña del presidente filipino
La guerra anti-droga emprendida por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha superado las 7.000 muertes desde su inicio el pasado 30 de junio, según cifras oficiales de la Policía.
De los 7.042 fallecimientos (a fecha de este miércoles), 2.517 corresponden a presuntos consumidores o traficantes muertos en operaciones policiales (sus decesos fueron justificados en su resistencia a la autoridad), mientras que se registraron otros 3.603 asesinatos bajo investigación (no obstante, la investigación de otras 922 muertes ya ha sido cerrada). Las excelsas cifras no acaban ahí. Según números de la propia Policía, en esta campaña iniciada con la nueva Administración Duterte, se han producido 52.041 detenciones, así como 6,8 millones de casas fueron «visitadas» en el proyecto «TokHang» (llamar y alegar), que implica la «persuasión» por parte de las fuerzas del orden para el cese de actividades delictivas».
El propio Duterte ha amenazado con extender su sangrienta guerra contra el narcotráfico a aquellos activistas pro derechos humanos que critiquen la política de «disparar a matar.
«Los defensores de los derechos humanos dijeron que ordené los asesinatos. Les digo “OK”. Vamos a parar. Dejaremos (a los consumidores de drogas) multiplicarse para que cuando llegue el tiempo de cosecha, más gente muera», aseguró el mandatario a finales del pasado año, quien posteriormente añadió: «Os incluiré (en referencia a los activistas) porque sois la razón de que sus números aumenten» .
«Si Alemania tenía Hitler, Filipinas tendrá ...», llegó a asegurar Duterte en un discurso en la ciudad de Davao, procediendo luego a una pausa para señalarse a sí mismo.
«Hay tres millones de adictos a las drogas (en Filipinas) y seré feliz de sacrificarlas», aseveró Duterte, quien destacó haber sido «retratado como algún primo de Hitler» por los críticos.