Un grupo de inmigrantes secuestra un barco mercante al negarse a ser llevado a Libia
El ministro del Interior, Matteo Salvini, afirma: «No son náufragos, sino piratas; en Italia no entrarán jamás»
Una nueva emergencia se le abre al ministro del Interior, Matteo Salvini, en el frente de la inmigración. El líder de la Liga ha informado que la tripulación de un barco mercante de propiedad turca que estaba llevando hacia Libia algunos inmigrantes que había rescatado en el Mediterráneo, se ha visto obligada a cambiar su ruta y dirigirse hacia Malta. En opinión del ministro Salvini se trataría de un acto de piratería, de un secuestro del mercante en el que hay 108 personas, que «jamás verá Italia». «Sería el primer acto de piratería en alta mar -añadió Salvini- con inmigrantes que han secuestrado el mercante que había llegado hasta 6 millas de la costa libia. Sabemos que Italia la verán con el telescopio», ha dicho el vicepresidente y ministro del interior. La noticia del cambio de ruta y secuestro del barco mercante ha sido confirmada también por las autoridades de Malta, que habrían desplegado algunas naves militares. Según la aeronáutica maltesa, los intentos para ponerse en contacto con el comandante del mercante -se trataría de una nave cisterna- han resultado infructuosos. La Elhiblu1, nombre de la nave, es de propiedad turca, pero la bandera es de Palau, un estado de Oceanía.
La ONG Mediterranea Saving Humans ha hecho saber, por su parte, que está siguiendo el caso y ha pedido que los inmigrantes no sean llevados de nuevo a Libia, donde prácticamente los refugiados son sometidos a condiciones infrahumanas. Es conocida la dramática situación que viven en ese país los inmigrantes, sometidos a un sinfín de torturas, lo que ha sido denunciado en repetidas ocasiones por Naciones Unidas y organizaciones humanitarias.
La situación del mercante es confusa. Se comentó que podría estar dirigiéndose hacia Malta o a la isla italiana de Lampedusa. Pero ante esta última eventualidad, Matteo Salvini ha comentado: «No son náufragos, sino piratas. En Italia no entrarán jamás».