Un grito de socorro alertó sobre el 'camión del horror' en Texas
Cincuenta inmigrantes fallecieron en el tráiler de un 'coyote', con síntomas de golpe de calor y deshidratación, en la peor tragedia de este tipo en EE.UU.
Un grito de socorro fue la primera señal de la última tragedia que ha sacudido EE.UU.: cincuenta inmigrantes indocumentados fallecieron este lunes en la caja de un camión que les ayudó a introducirse de forma ilegal en EE.UU.
Ocurrió a las afueras de San Antonio, en Texas, una ciudad que solo empezaba a sobrepasar la conmoción de otra tragedia: a hora y media de allí, en Uvalde, murieron el mes pasado 19 niños y dos profesoras en una escuela de primaria en un tiroteo perpetrado por un joven de 18 años.
El camión estaba parado en la calle Quintana, en una zona despoblada de San Antonio, entre vías de tren, solares, negocios de chatarra y descampados. Un poco antes de las seis de la tarde -ya de madrugada de ayer en España-, un trabajador de un negocio cercano escuchó un grito que pedía ayuda, según explicó el jefe de la policía de San Antonio, Bill McManus. El hombre se acercó hasta el lugar, donde se encontró un camión-tráiler de 18 ruedas, con la puerta de la caja del camión entreabierta y con muertos dentro.
La gran mayoría de los fallecidos estaban dentro de la caja del camión. Las autoridades encontraron al menos tres cuerpos fuera. Es posible que alguno, encontrado a varias decenas de metros, lograra salir y perdiera el conocimiento poco después. Tres de las víctimas fueron encontradas con vida en el lugar, pero fallecieron en los hospitales. Dieciséis personas -entre ellos, cuatro menores- fueron enviados a centros médicos.
Las autoridades reconocieron que es probable que el camión transportara más gente. El periódico local 'San Antonio Express' cifraba en un centenar los inmigrantes que iban hacinados en la caja. McManus aseguró que ayer estaban previstas operaciones de rastreo en las inmediaciones del lugar en el que se encontró el vehículo en busca de otros supervivientes.
De momento, las autoridades no han emitido una decisión oficial sobre el motivo del fallecimiento de los inmigrantes, pero es indudable que el calor y el hacinamiento fueran el factor determinante.
Todavía no hay datos sobre de dónde provenía el camión y cuánto tiempo estuvieron las víctimas metidas en el compartimento de carga. Sí se sabe que en esta zona de Texas la temperatura estuvo cerca de los cuarenta grados el lunes, la misma tónica que los últimos días, en un mes de junio que se va a quedar cerca de batir los récords históricos de calor en la región.
El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, aseguró que cuando llegaron las autoridades muchos de los supervivientes seguían dentro de la caja del camión, sin fuerzas para poder salir por sí mismos. Muchos de ellos apenas podía gemir y quienes fueron transportados a los hospitales tenían el cuerpo caliente, detalló Hood.
Los bomberos comprobaron que en el compartimento donde iban los inmigrantes no había un sistema de aire acondicionado en funcionamiento, ni rastro de botellas de agua para combatir el calor.
La nacionalidad de parte de las víctimas había sido determinada al cierre de esta edición: veintidós mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños, según aseguró en Twitter el ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard.
El jefe de la diplomacia mexicana añadió que había conversado con el fiscal general de México para abrir una investigación sobre el suceso, y que un equipo de investigadores había sido enviado a Texas.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, lamentó también en Twitter que es «imperdonable que se sigan perdiendo vidas inocentes por el tráfico de inmigrantes» y exigió «mecanismos para el endurecimiento de penas y que el coyotaje sea un delito con fines de extradición». Su ministerio de Exteriores aseguró que el consulado del país en McAllen (Texas) había contratado expertos forenses que defendieron que la causa probable fue «golpe de calor por hacinamiento».
En otras tragedias similares en compartimentos de carga de camiones sin sistema de aire acondicionado, se comprobó cómo la temperatura dentro de la caja podía ascender hasta 78 grados. Ocurrió en 2003 en un camión similar en el que fallecieron 19 inmigrantes en la misma región del sur de Texas. Se han producido sucesos similares desde entonces, pero el de este lunes es el más trágico que se recuerda en EE.UU.
Ocurre en medio de una oleada récord de entrada de inmigrantes en la frontera sur de EE.UU., que ha venido acompañada de un incremento de fallecimientos de los inmigrantes que emprenden esta travesía. Muchos lo hacen a través de 'coyotes', contrabandistas de personas que les facilitan el viaje desde sus países hasta la frontera, les orientan sobre cómo cruzarla sin ser detenidos y, muchas veces, arreglan el transporte una vez pasada la frontera hasta ciudades con servicios y bien comunicadas desde donde seguir su camino.
El lugar donde fue encontrado el camión es un punto habitual en el que los 'coyotes' dejan a los inmigrantes indocumentados. Muchos no llegan a su destino, con un incremento de accidentes en los camiones o furgonetas que les transportan o de personas que fallecen ahogadas al cruzar el Río Grande o deshidratadas antes de poder llegar a su destino.
La policía de fronteras ha asegurado que cada vez encuentras más cadáveres desperdigados en las zonas desérticas de la frontera. Muchas veces se quedan atrás en los grupos comandados por 'coyotes', lesionados o exhaustos. Y la situación podría empeorar: las entradas de inmigrantes caen de forma habitual en el pico del verano, cuando las condiciones son más difíciles. Pero el año pasado, en plena oleada de llegada de inmigrantes, subieron en julio hasta su récord. Y este año podrían batirlo.
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