CRISIS MIGRATORIA
Grecia cancela el asilo y los subsidios para frenar la presión migratoria
Atenas denuncia que Turquía está ayudando a los emigrantes a romper la verja, y subraya que la mayoría de los que quieren entrar «no son sirios»
En la frontera entre Turquía y Grecia continúa la tensión y los constantes incidentes. Las fuerzas griegas, tanto ejército como policía, refuerzan la frontera terrestre y vigilan la fluvial mientras que por parte turca los intentos de atravesarla son constantes. Asimismo reparan en el acto cualquier intento de penetrar la valla metálica que divide a los dos países. Hasta una tanqueta militar intentó pasar por dicha valla el viernes por la noche, algo que mostró en un vídeo el Gobierno griego resaltando la ironía de que ese tipo de vehículos blindados HIZAR/ATES habían sido adquiridos con un 75% de financiación europea. Porque está claro que no solo son los migrantes los que intentan atravesar la frontera, sino que las fuerzas turcas les ayudan con cortadores de alambre, hasta con una excavadora trabajando en el lecho del río Evros en el lado turco, preparando posiblemente una rampa para poder deslizar con rapidez barcas para trasladarse a otras partes del rio. Ello se relaciona con el anuncio efectuado por el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, que anunció hace dos días que 1.000 miembros de las fuerzas especiales de la Gendarmería turca llegarán a la zona fronteriza con todo su equipamiento, que incluye barcos fluviales.
Las agencias de noticias internacionales resaltan que son pocos los sirios en la zona: la mayoría de inmigrantes provienen de países como Pakistán y Afganistán , hasta de la propia Turquía y saben que solo haciéndose pasar por sirios conseguirán refugio en Europa. Y también que cuando se acercan los medios a la frontera, aparecen siempre en primer plano mujeres y niños colocados ahí para que la situación sea más dramática. Otros vídeos muestran que son los propios militares quienes hostigan a los migrantes para que se acerquen a la línea divisoria o que no permite que se vayan hacia la ciudad más cercana, Edirne (Adrianópolis). Las fuerzas griegas utilizan gases lacrimógenos y cañones de agua para defender su frontera.
La población local se ha mostrado muy agradecida al apoyo europeo tras la visita de varios de sus representantes este martes y oír la frase de que «las fronteras de Grecia son las fronteras de Europa» y en muchos casos son los locales con sus camiones y sus tractores los que iluminan por la noche las zonas fronterizas en un esfuerzo de ayudar al ejército y a la policía. Hasta el legendario compositor Mikis Thodorakis ha declarado que «en estas horas críticas, mi pensamiento está con nuestros hijos que defienden a la patria y con todos los valientes hombres y mujeres de (la zona de) Evros».
Además de las medidas anunciadas por el primer ministro Kiriakos Mitsotakis , comenzando por no aceptar solicitudes de asilo desde el 1 de marzo, el ministro de Migración Nótis Mitaraki dejó bien claro el sábado que en un mes se eliminarán «alojamiento y beneficios para quienes se les concedió asilo. A partir de entonces deberán trabajar para su subsistencia», un nuevo mensaje destinado a evitar nuevas llegadas y que también calmará a muchos griegos que han sufrido por la crisis y considera injusto el que los refugiados tengan tanta ayuda (aunque proceda de fondos europeos y no estatales).
Grecia continúa blindando las islas
El Gobierno heleno insiste en su intención de proteger la soberanía nacional y las fronteras de Europa contra estos ataques por parte turca y reciben propuestas de otros países europeos que enviarán fuerzas militares, como Chipre. Al mismo tiempo además de blindar la frontera en el norte de Grecia, ha reforzado la vigilancia alrededor de las zonas marítimas cerca de las islas que reciben más inmigrantes (Lesbos, Jíos, Kos, Samos y Leros) a pocos kilómetros de la costa turca con la presencia constante de patrullas de la armada y los guardacostas. Además ha prohibido la navegación de cualquier embarcación privada, turística, de ONGs etc., permitiendo únicamente la de las fuerzas armadas y guardacostas, Frontex, OTAN y los ferries que van de las islas al resto del país. Hubo un acto de provocación cuando una embarcación de los guardacostas turcos se acercó a otro griego cerca de Lesbos, con intención de provocar un incidente, evitado en el último minuto.
Aun así, sigue habiendo llegadas a las islas. Pero esas personas no serán trasladadas a los centros de acogida sino a otro lugar en el norte de Grecia para su posterior expulsión, aunque aún no se conocen los detalles.
Y en estas islas la tensión hace que habitantes griegos, hartos de la situación de los migrantes ilegales que se lleva alargando desde 2016, ataquen esporádicamente a miembros de ONGs , incendien algunas de sus instalaciones o bien insulten a gente que llega a sus costas, intentando dificultar su llegada a las playas, algo que no había ocurrido hasta ahora.
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