Dos grandes grupos de inmigrantes consiguen forzar la frontera polaca desde Bielorrusia

Merkel llama por teléfono a Putin para pedirle que influya y desactive el conflicto

Qué está pasando entre Bielorrusia y Polonia

Campamento de ilegales en la zona fronteriza de Grodno AFP

Rosalía Sánchez

«Dos grandes grupos de refugiados atravesaron partes de la valla fronteriza entre Bielorrusia y Polonia durante esta noche », informa la Policía polaca. La emisora local Bialystok ha informado que varias decenas de migrantes lograron destruir vallas cerca de las aldeas de Krynki y Bialowieza y cruzaron la frontera . En ambos casos las cercas y barreras habían sido derribadas por la fuerza. Cuando la guardia fronteriza alcanzó a estos grupos se produjeron escaramuzas y algunos de los inmigrantes ilegales fueron detenidos y devueltos a Bielorrusia, pero otros siguen prófugos y en los bosques polacos la policía rastrea en su búsqueda.

Los detenidos llevaban sacos de dormir y alimentos que, según han declarado, les habían sido proporcionados por organizaciones bielorrusas, con el objeto de que aguantasen hasta encontrar la oportunidad de cruzar. Polonia, miembro de la UE, ha apostado a miles de soldados en la frontera para vigilar que esto no ocurra, pero tienen orden de no disparar y cuando un grupo numeroso se lanza contra las vallas no pueden evitar que alguno pase.

Alemania considera que esta situación es una burla y un ataque a la soberanía de fronteras de la UE. La canciller en funciones Angela Merkel ha hablado a primera hora de hoy por teléfono con el presidente ruso Vladimir Putin para tratar sobre la situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Merkel «ha destacado en esa conversación que la instrumentalización de los inmigrantes contra la Unión Europea por parte del régimen bielorruso es inhumana y completamente inaceptable», según el comunicado emitido por la Cancillería de Berlín, y ha pedido al presidente ruso que influya en el régimen de Minsk.

«Putin no escuchará a Merkel porque no puede permitirse ahora una derrota», dice el historiador y técnico militar israelí Martin van Creveld, especializado en geopolítica rusa, «se está jugando mucho en esta batalla y no puede perderla porque sería para él un desastre, como lo fue España para Napoleón».

El ministro alemán de Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas, ha amenazado esta mañana al jefe de gobierno bielorruso, Alexander Lukashenko, con nuevas sanciones de la Unión Europea. «Sancionaremos a todos aquellos que participen en el tráfico de inmigrantes selectivo», ha añadido, incluyendo en su amenaza a las compañías aéreas que participan y se benefician del transporte de los inmigrantes en avión hasta Minsk con el beneplácito del gobierno bielorruso. La UE «no está abierta al chantaje», ha insistido Maas, «Bielorrusia tiene que reconocer que su cálculo no está funcionando, que estamos tomando medidas decididamente contra el comportamiento pérfido e inhumano del señor Lukashenko y sus aliados y la UE continuará por este camino de manera consistente».

Viena ha ofrecido ayuda directa al gobierno de Varsovia, al tiempo que exige más apoyo de Bruselas a los polacos para segurar la frontera que comparten

En la misma línea, el ministro de Interior de Austria, Karl Nehammer, ha exigido hoy más apoyo de Bruselas a los polacos para asegurar la frontera con Bielorrusia. Viena, por su parte, ha ofrecido ayuda directa al gobierno de Varsovia . «En otros dos países, Grecia y Lituania, los austriacos ya han ayudado a asegurar la frontera exterior de la UE», ha recordado Nehammer, que ha subrayado que «la Comisión de la UE debe proporcionar los fondos necesarios para la construcción de una valla fronteriza sólida, ofrecer ayuda para facilitar la entrada y el registro de estos inmigrantes es una señal completamente incorrecta». «Europa no puede soportar eso», ha dicho el ministro, tras poner temporalmente a disposición de Polonia a las fuerzas especiales Cobra, drones, vehículos blindados, dispositivos de visión nocturna y tecnología de imágenes térmicas para asegurar la frontera.

El Gobierno polaco, por su parte, mantiene silencio esta mañana, ante la entrevista que su primer ministro, Mateusz Morawiecki, mantiene hoy con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel , mientras en Varsovia se preparan para nuevos e inminentes enfrentamientos con los grupos de inmigrantes más violentos. Las autoridades placas calculan que hay entre 3.000 y 4.000 personas atrapadas entre las dos policías fronterizas. La polaca no les permite avanzar y la bielorrusa no les permite retroceder. El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanislaw Gadecki, ha recordado que, «independientemente de la situación y de las condiciones en las que han llegado, son personas que necesitan nuestro apoyo material y espiritual». Gadecki ha anunciado una recaudación de fondos que tendrá lugar el 21 de noviembre, después de la Misa en cada parroquia, dado que los fondos de los que disponen Caritas Polska, Caritas Diocesana y la Delegación de los Obispos Polacos para la Inmigración no alcanzan a cubrir la demanda de ayuda de tantas personas. También ha llamado a una «jornada de oración por la paz en la frontera, por los inmigrantes, las personas que viven en la zona, por los guardias fronterizos, policías y soldados, así como por los políticos y por todos los ciudadanos polacos y bielorrusos».

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