El Gobierno italiano disuelve el Ayuntamiento de Corleone por la infiltración de la mafia

Aunque el pueblo siciliano es cuna de grandes jefes de la mafia, es la primera vez que el gobierno disuelve el ayuntamiento, por infiltraciones mafiosas.

Vista panorámica de Corleone AFP

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

Corleone vuelve a las andadas: El Gobierno italiano se ve obligado a disolver su ayuntamiento por infiltraciones mafiosas. Hubo un tiempo en que desde Corleone se gestionaba prácticamente el crimen organizado de casi todo el planeta. Este pueblo de poco más de 11.000 habitantes, situado a 57 kilómetros de Palermo, la capital siciliana, ha sido cuna de los más importantes jefes de la mafia, entre ellos Totó Riina y Bernardo Provenzano, que murió el pasado mes con 83 años.

El sanguinario Riina, apodado la Bestia, se encuentra en prisión condenado a cadena perpetua por haber asesinado a 40 personas y ordenar la muerte de más de 100, entre ellos los famosos jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borselino, en 1992. A partir de esta fecha, el Estado y diversas asociaciones combatieron con mayor ahínco la mafia, llegando incluso a confiscar diversos territorios y propiedades, a pesar de las intimidaciones mafiosas. Con el paso del tiempo, se creyó que también en Corleone se estaba produciendo una cierta regeneración, como destaca el diputado Giuseppe Lumia (Partido Democrático), miembro de la Comisión Antimafia: «Después de los asesinatos de Falcone y Borselino Corleone hizo un camino de real liberación de la cultura mafiosa, de crecimiento social, civil y económico. Ha habido momentos en que la opinión pública ha aplaudido a Corleone. La presencia de tres Presidentes de la República en Corleone es un testimonio real y significativo».

Un hermano de la alcaldesa, implicado

Tras la muerte de Provenzano, la alcaldesa de Corleone, Lea Savona, hizo una contundente declaración de distanciamiento con la mafia: «Los honestos de Corleone se quitan de sus hombros un trozo de historia criminal que ha sido representada por el capo Bernardo Provenzano». Esta declaración se interpretó en todos los medios como una especie de llamamiento de la alcaldesa para poner punto final a un pasado que pesaba como una montaña sobre los habitantes de Corleone, un pueblo tristemente célebre en todo el mundo. Pero ahora, para sorpresa de la opinión pública italiana, Lea Savona, alcaldesa elegida al frente de una lista de centro derecha, se ve obligada a hacer las maletas: El Consejo de ministros, a propuesta del ministro del Interior, Angelino Alfano , ha disuelto el ayuntamiento por infiltraciones mafiosas. Diversas investigaciones han demostrado irregularidades en el comportamiento de personas relacionadas con el ayuntamiento que favorecieron a la mafia y, sobre todo, se resalta la vinculación del hermano de la alcaldesa, Giovanni Savona, con un grupo mafioso. Lo llamativo es que nunca antes, a pesar de que Corleone estuvo siempre ligado a la Cosa Nostra, su ayuntamiento había sido disuelto. Se comprende así que la decisión ha constituido un durísimo golpe al pueblo.

«Un paso atrás de treinta años»

La disolución del Ayuntamiento de Corleone se considera un hecho muy grave: «Por culpa de administradores incapaces de resistir a las conexiones con la mafia, Corleone da un paso atrás de treinta años», manifiesta Dino Paternosto, el responsable de la CGIL, sindicato mayoritario, de Palermo.

En realidad, este caso de Corleone viene a demostrar que hoy la lucha contra la mafia está en grave crisis en Italia. Desde el 1992, se han multiplicado numerosos grupos de la sociedad civil contra la mafia. Algunos son irreprochables, como Libera, fundada por el sacerdote Luigi Ciotti, especializada en la explotación de la tierra y otros recursos confiscados a los jefes mafiosos. Pero ha habido personajes, que en principio se hicieron notar por su lucha a la mafia, que han terminado estableciendo lazos con algún grupo mafioso o aprovechándose para su beneficio personal de fondos públicos destinados a combatir a la mafia. Por ejemplo, la magistrada Silvana Saguto en Palermo, considerada una heroína contra la mafia, fue suspendida de sus funciones acusada de aceptar sobornos y favores.

Otro caso que conmocionó a la opinión pública fue el de Roberto Helg, presidente de la Cámara de Comercio de Palermo: Estaba considerado un exponente destacado de la lucha contra la corrupción mafiosa. Sin embargo se descubrió que él mismo chantajeaba a empresarias y se hacía pagar importantes cantidades, hasta que fue denunciado por un empresario y detenido el pasado año. Este y otros casos demuestran que los movimientos contra la mafia están perdiendo su impulso original, un hecho que reconoce la diputada Rosy Bindi (PD) jefa de la comisión parlamentaria antimafia: «La mafia ha cambiado, cada vez se orienta más hacia los negocios, es menos violenta y visible; mata menos, para ganar más». En definitiva, los hechos, como los de Corleone, están demostrando que hoy la mafia no combate con las armas y con asesinatos, sino mediante la infiltración para seguir haciendo sus negocios.

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