Libertad y democracia
Cada ser humano que quiera defender su libertad debe trabajar por mejorar la democracia, ya que es lo que se lo garantiza
Lo más importante para el ser humano es la libertad de vivir, que se materializa en muchas libertades: la de pensamiento, la de expresión, la de movimiento, la de iniciativa, la de amar…
El único límite a la libertad de cada ser humano debe ser el respeto de la libertad de sus semejantes.
La legalidad es la guía para que puedan convivir las libertades de todos con igualdad de oportunidades.
La democracia, con sus matices, es el único sistema que garantiza estas libertades.
Las libres votaciones en los sistemas democráticos son la garantía de poder modificar lo que no está bien hecho; o lo que no responde a los principios de libertad y respeto de la misma, y en segundo término, los principios de justicia e igualdad.
La democracia permite el desarrollo del talento y la posibilidad de expresarlo.
La democracia permite la libertad de emprender.
La democracia es libertad económica.
No existe una alternativa a la democracia y a las libertades que garantiza.
El sistema democrático es perfectible. ¡Y es posible mejorarlo!
El objetivo del ser humano es mejorar su condición de vida, y esto es posible mejorando la democracia y su reglas económicas.
El empeño de cada ser humano que quiera defender su libertad debe pasar por participar en la mejora y en la defensa de la democracia; ya que es lo que le permite disfrutarla.
