Ghani se impone en Afganistán a su rival eterno, Abdulá
Votó menos de un tercio de la población por el conflicto armado con los talibanes
El margen de victoria obtenido por el actual presidente de Afganistán, Ashraf Ghani , en las elecciones del pasado 28 de septiembre, anunciado ayer con más de dos meses de retraso fue recibido con rechazo por su principal rival por denuncias de fraude. Ghani lidera los resultados preliminares del escrutinio para un segundo mandato con 50,6 % de los votos , 923.868 sufragios, según los resultados preliminares de los comicios celebrados hace casi tres meses, según la jefa de la Comisión Electoral Independiente (IEC), Hawa Alam Nuristani. Esto deja en el segundo lugar el jefe del Ejecutivo, Abdulá Abdulá , con el 39,5% de los apoyos obtenidos en las urnas, 720.099 votos, según informa Efe desde Kabul.
Aunque los candidatos tienen desde ahora tres días para presentar sus reclamaciones ante la Comisión Independiente de Quejas Electorales (IECC), que iniciará un proceso de impugnación que podría tardar meses antes de que se anuncie el resultado final, el equipo de Abdulá ya denunció «fraude». El movimiento del candidato, Alianza y Estabilidad, cuestionó la validez de cerca del 15 % de los votos contabilizados.
El anuncio de los resultados preliminares, previsto primero para el 19 de octubre y luego para el 14 de noviembre, había sido retrasado varias veces «por razones técnicas», según informá France Presse. Según la organización del actual jefe del Ejecutivo, hay 300.000 votos fraudulentos y sospechosos entre los sufragios válidos que deberían ser invalidados y auditados nuevamente.
La presidenta de la IECC, Zuhra Shinwari, declaró en una conferencia de prensa que el órgano dedicará aproximadamente 30 días para atender las quejas de los candidatos. «Todas las personas y las partes interesadas deben tener en cuenta que los resultados anunciados son preliminares y deben evitar juicios prematuros sobre los resultados finales», subrayó.
Veinte años de guerra
La amenaza de una crisis política en la nación ha estado en el ambiente desde que se celebraron las elecciones debido a la permanente desconfianza en la transparencia del proceso.
Semanas después de los comicios, los partidarios de Abdulá interrumpieron el recuento y la auditoría en siete de las 34 provincias del país, denunciando los votos supuestamente fraudulentos, lo que retrasó más de dos meses la fecha prevista para anunciar los resultados preliminares.
La participación en las elecciones fue bajísima. A causa de las continuas amenazas de los talibanes para impedir que la gente acuda a las urnas y la desconfianza en el proceso, solo votaron 2,7 millones de los 9,6 millones de personas registradas en el censo . Del total de votos emitidos, 1,92 millones fueron verificados biométricamente y de estos solo 1,8 millones fueron declarados válidos por la comisión.
La crisis se cierne sobre el país, devastado por una guerra de casi 20 años, en medio de las conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes, que podrían permitir que el Gobierno afgano y los insurgentes se sienten en la misma mesa para negociar la paz.
Las acusaciones de manipulación y fraude han sido constantes durante la historia reciente de Afganistán, entre ellos los comicios presidenciales de 2014, que contaron con los mismos protagonistas: Ghani y Abdulá.
Posible ruptura
La negativa de Abdulá de aceptar los resultados desencadenó durante meses un periodo de crisis e inestabilidad política que no concluyó hasta que con mediación de EE.UU. se acordó la formación de un Gobierno de Unidad Nacional, además de la creación del puesto de jefe del Ejecutivo para Abdulá. Esta vez, ambos candidatos ya declararon que no aceptarán un acuerdo para compartir el poder si el contrario no acepta su derrota.
Ghani ofreció ayer un discurso después del anuncio de los resultados para referirse a su virtual segundo mandato y para pedir a los actores políticos el respeto de las reglas del juego. «En los próximos días la comisión de reclamaciones tomará sus decisiones, nuestro equipo respetará eso y esperamos que todos los equipos electorales lo respeten, tengan un comportamiento legal y actúen de acuerdo con la ley», dijo a sus partidarios.
El presidente, además, prometió «hacer una administración servicial, inclusiva, responsable y resolutiva». «Construiremos el Gobierno que esta nación merece tener», sentenció.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán, Unama, se adelantó a celebrar el anuncio de los resultados preliminares que, dijo, acoge con «beneplácito», y elogió la participación de esos votantes que «desafiaron las amenazas de seguridad (de los talibanes) para emitir sus votos por un futuro mejor».
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