Francia recomienda no viajar a Cataluña y estudia el cierre de fronteras
El primer ministro galo, Jean Castex, advierte que la situación en la región «muestra indicadores sanitarios degradados»
Ante el silencio y la ausencia de respuesta del Gobierno español, Jean Castex, primer ministro del Gobierno de Emmanuel Macron, ha reiterado su severa advertencia de la semana pasada, recomendando «vivamente» a los franceses «no viajar a Cataluña».
El sábado día 18, Castex lanzó su primera advertencia: Francia estaría dispuesta a cerrar sus fronteras con España si el «descontrol» y la «propagación» del coronavirus se prolongase o agravase en Cataluña. París esperaba una «respuesta» que no ha llegado, aparentemente.
Tras su primera advertencia, Castex esperaba poder discutir del problema de fondo el lunes día 21, con la vicepresidenta Carmen Calvo, en París. Esperanza fallida. El Gobierno español dio la callada por respuesta . A última hora, sin previo aviso, Calvo decidió anular su visita a la capital francesa, anunciada durante mucho tiempo a bombo y platillo. Castex no pudo discutir del problema una vicepresidenta que prefirió anular su viaje antes que abordar el problema, cara a cara.
Durante los últimos tres días, Castex y el gobierno francés han esperado «noticias» y posibles «discusiones» con el Gobierno español, en vano.
Ante el comportamiento de las autoridades locales y autonómicas de Barcelona y Cataluña, ante el silencio aparente del Gobierno español, ante la agravación de la crisis, sin respuesta conocida, Castex lanzó la tarde del viernes una nueva y severa advertencia: « La situación en Cataluña muestra indicadores sanitarios degradados. Recomendamos vivamente a los ciudadanos franceses que eviten desplazarse allí mientras no mejore la situación en ese territorio».
Castex hizo esa declaración, tras una reunión excepcional del consejo de ministros. Se trata, pues, de una advertencia grave, que mana directamente de la cúspide del Estado, ante el comportamiento y silencios españoles.
Castex conoce personal y muy directamente la situación catalana. Antes de ser jefe de Gobierno, ya era alcalde de una pequeña localidad fronteriza, Prades (6.100 habitantes, Pirineos Orientales), a cien kilómetros de la frontera de La Junquera.
Las dudas, reservas y advertencias de Francia son muy «visibles» y «audibles» en el resto de Europa, en el seno de la UE, donde el comportamiento gubernamental español también suscita dudas y reservas, temibles, cuando se espera con ansiedad la concesión de créditos y subvenciones.
