Francia anuncia el fin de su despliegue en la República Centroafricana mientras crecen las acusaciones sobre abusos sexuales
Un informe denuncia que, en 2014, cuatro jóvenes locales fueron atadas y desnudadas por un comandante militar de la fuerza Sangaris (el destacamento galo) y obligadas a tener relaciones sexuales con un perro
![Francia anuncia el fin de su despliegue en la República Centroafricana mientras crecen las acusaciones sobre abusos sexuales](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2016/03/31/onu-republica-centroafricana--620x349.jpg)
Francia ha anunciado que retirará este año su destacamento en la República Centroafricana donde, desde diciembre de 2013, tiene desplazado al operativo Sangaris.
«Puedo confirmarles el final de la operación Sangaris durante este año 2016 (...) La fuerza Sangaris logró devolver la calma e impedir lo inaceptable aunque todo no está resuelto », aseguró el titular de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
La realidad, sin embargo, no es así de sencilla. Naciones Unidas ha confirmado la apertura de una investigación sobre las últimas acusaciones de violaciones sexuales que penden sobre los cascos azules en el país.
El nuevo informe de los abusos fue realizado por la campaña Code Blue de la organización AIDS-Free World . En sus páginas, se denuncia, por ejemplo, que el pasado sábado el representante especial adjunto del Secretario General y una delegación de la MINUSCA, la misión de paz de la ONU en la República Centroafricana, se reunieron con líderes locales y víctimas. Durante el encuentro, fueron informados que tropas de Francia y Gabón habían abusado sexualmente de varias chicas en su provincia. Algunas de las afectadas habían abandonado la zona debido al estigma dentro de la comunidad .
Durante esa visita, presuntamente, tres víctimas entrevistadas por un oficial de derechos humanos de la MINUSCA relataron que en 2014, junto con una cuarta chica, fueron atadas y desnudadas dentro de un campo militar por un comandante de la fuerza Sangaris y obligadas a tener relaciones sexuales con un perro. A continuación, cada niña recibió 5.000 francos centroafricanos (menos de 9 dólares) . Las tres jóvenes entrevistadas buscaron tratamiento médico. La cuarta chica fallecería más tarde debido a una enfermedad desconocida. En este sentido, una de los supervivientes asegura que era llamada «perro de la Sangaris» en su comunidad.
No son los primeros casos
«Los hombres estaban vestidos con sus uniformes militares y tenían armas (…) Cuando caminaba, uno de ellos me agarró por los brazos y el otro me arrancó la ropa. Me tumbaron en la hierba y uno me sujetaba los brazos, mientras que el otro me inmovilizaba las piernas y me violaba. El soldado que sostenía mis brazos trató de mantenerme la boca cerrada, pero todavía era capaz de gritar. Por ello, tuvieron que salir corriendo antes de que el segundo soldado me pudiera violar».
Las declaraciones pertenecen a una joven de 14 años que fue víctima, en noviembre pasado, de una agresión sexual en la República Centroafricana. ¿Los culpables? Aquellos encargados de garantizar su protección:
En febrero, la MINUSCA ordenaba repatriar a 120 soldados congoleses tras los últimos casos de abusos sexuales que sacuden a los cascos azules desplegados en el país . La decisión se produce después de que ocho nuevas denuncias contra tropas de paz de la República Democrática del Congo y la República del Congo salieran a la luz. El primero de estos batallones se encuentra afincado en la ciudad de Bambari y otras localidades de la provincia de Ouaka. A su vez, entre septiembre y diciembre del pasado año, un pequeño contingente congoleño fue desplazado de forma temporal para proteger el aeropuerto de Bambari.
«Yo no quería tener relaciones sexuales con ellos, pero cuando fui a visitar su base me llevaron entre la maleza (...) Eran tres encima mío. Estaban armados. Me dijeron que si me resistía, me matarían. Me cogieron uno por uno», asegura otro de los testimonios recopilados, en este caso, de una mujer de 18 años.
Los casos se dieron a conocer tras una investigación de Human Rights Watch, donde se identifica a ocho mujeres de entre 13 y 29 años que fueron víctimas de diferentes abusos.
Y no son una excepción. A comienzos de año, la ONU confirmaba que en 2015 se produjeron un total de 69 agresiones en sus operaciones de paz. De ellas, 22 tuvieron lugar en la República Centroafricana. Entre los implicados se encontraban dos militares de Bangladesh, uno de la República Democrática del Congo, cuatro de Níger y dos policías de Senegal. De igual modo, en los últimos meses se hacía pública una nueva investigación sobre media docena de menores -incluso de siete años- que denuncian haber sido víctimas de violaciones o haber recibido dinero a cambio de mantener relaciones sexuales con soldados de la Unión Europea (en este caso se trata del contingente de Georgia) o de las fuerzas francesas pertenecientes a la operación Sangaris.