Fráncfort supera la mayor evacuación de la historia alemana
Desactivada una bomba de la II Guerra Mundial que obligó al desalojo de 70.000 personas
Miles de habitantes de Frankfurt regresaron ayer de madrugada a sus casas, tras la evacuación a que obligó el proceso de desactivación de una bomba de la II Guerra Mundial , aparecida en unas obras, y que duró mucho más de lo previsto. El considerable retraso no estuvo relacionado con el trabajo de los artificieros, que se hicieron rápidamente con los detonadores de la bomba británica de tipo HV-4000, de 1,8 toneladas de peso y que contenía 1.400 kilos de explosivos , sino con la resistencia de un minoritario pero suficiente grupo de personas a abandonar sus hogares.
El jefe de la Policía de Fráncfort, Gerhard Bereswill, explicó que «algunas personas consideraron que no era necesario que abandonaran sus casas y otros se escondieron pero luego nos llamaron para que fuéramos a buscarlos». Mientras para las personas de mayor edad la evacuación removía los peores recuerdos y miedos de la II Guerra Mundial , grupos de jóvenes no se tomaban en serio la amenaza y jugaban al gato y al ratón con la policía, que aseguraba puerta a puerta que los edificios estaban vacíos.
Incluso un helicóptero con cámaras de lectura térmica escaneaba la zona, un radio de kilómetro y medio alrededor del artefacto, en busca de quienes intentaban escaquearse. «Agentes, debe haber un error, donde están probando bombas de hidrógeno es en Corea» bromeaba un estudiante desalojado por la policía. «Hay cosas con las que no se bromea», comentaba moviendo la cabeza un jubilado en el centro de espera en el Messehalle, con bocadillos, café y animadores infantiles para ayudar a pasar las horas.
El parte final de la operación policial recontaba anoche 298 viviendas registradas, 36 procesos de identificación personal, 26 transportes en furgón policial, 19 aperturas forzosas de viviendas y cinco detenciones. Aun así el balance fue positivo, considerando que la evacuación afectó a cerca de 70.000 personas, incluyendo dos hospitales y diez residencias de ancianos, lo que la convierte en la mayor evacuación de la historia de la República Federal de Alemania.
Pasadas las siete y media de la tarde, con la bomba ya inofensiva en un transporte especial camino del campus universitario Westend, se permitió al acceso a la zona de los primeros peatones y ciclistas. En las estaciones de autobús y metro se formaban a esa hora larguísimas colas para acceder a los transportes.
Para Frankfurt, centro financiero alemán con aspiraciones de suceder a la City londinense como la primera plaza financiera europea, la evacuación ha supuesto una prueba de prestigio . El alcalde, Peter Feldmann, reconoció que había sido un desafío y felicitó a la Policía, el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja, evitando hacer comentarios sobre si suponía además un test de prueba que sirva para planificar mejor hipotéticas evacuaciones masivas en caso de amenaza terrorista
Noticias relacionadas