La Fiscalía sueca cierra la investigación contra Assange por violación
El debilitamiento de las evidencias y la falta de base para una acusación serían las razones para el desestimiento
WikiLeaks expresó ayer su satisfacción por la decisión de la Fiscalía sueca de cerrar la investigación preliminar por violación contra su fundador, Julian Assange, y sugirió que «las acusaciones suecas no fueron más que el medio para retener a Assange ». La fiscal superior sueca, Eva-Marie Persson, justificó el cierre de las pesquisas, que han durado casi diez años, por el debilitamiento de las pruebas y la falta de argumentos para la acusación.
«La denunciante ha presentado un relato creíble y fiable, sus explicaciones son claras, largas y detalladas. Pero considero que la evidencia ha perdido fuerza en grado tal que ya no hay motivo para seguir la investigación», dijo en rueda de prensa la fiscal superior Eva-Marie Persson. Continuar la investigación e interrogar a Assange, señaló además, no supondría un cambio «decisivo» en la situación probatoria, que no es suficiente para elevar una acusación.
Persson había ordenado en mayo reabrir el caso, iniciado en 2010 y cerrado en 2017, después de que Assange, que espera ahora que el Reino Unido decida sobre su extradición a Estados Unidos , fuera arrestado por la fuerza en la embajada de Ecuador en Londres tras retirarle Quito el asilo diplomático concedido en 2012. La Justicia sueca rechazó en junio la petición de emitir una orden de arresto europea al considerar que no sería proporcionado, ya que es suficiente con una de investigación en materia penal, pero la Fiscalía continuó con su investigación e interrogó a siete testigos sobre un presunto delito que en todo caso prescribía en agosto de 2020.Tras conocerse la resolución, el director de WikiLeaks, el islandés Kristinn Hrafnsson, ha señalado la necesidad de centrar ahora todos los esfuerzos en la actual «amenaza» contra el activista australiano: «el proceso beligerante de Estados Unidos». Un portavoz de su equipo legal recordó ayer que desde el primer momento Assange manifestó su inquietud de que, al margen del proceso sueco, hubiese una petición de extradición de Washington. «Ahora que EE.UU. busca la extradición de Assange para afrontar unos cargos sin precedentes por su trabajo periodístico, sigue siendo una cuestión de gran pesar que esta resolución no sea adecuadamente reconocida», añadió.
Afines a Assange subrayan su mala salud y las consecuencias de la confinación durante una década. El profesor suizo de derecho internacional y relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, culpa al poder judicial británico y al gobierno de Londres. «A pesar de la urgencia médica y la gravedad de las presuntas violaciones, el Reino Unido no ha tomado las medidas de investigación necesarias, con un total desprecio por los derechos y la integridad del Sr. Assange», dijo. El historiador británico, ex embajador y activista de derechos humanos, Craig Murray, que estuvo presente el 21 de octubre en la primera aparición pública de Assange desde su arresto, considera por su parte que el fundador de Wikileaks «podría no sobrevivir hasta el final del proceso de extradición», dado que muestra envejecimiento acelerado, delgadez, desorientación, confusión e incluso dificultad en ocasiones para pronunciar un nombre y fecha de nacimiento. El informe Melzer se refiere a un examen médico que se realizó a Assange el 9 de mayo y que concluye que estos problemas son consecuencia de una «exposición prolongada a la tortura psicológica».
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