Francia
La Fiscalía pide otro año de cárcel para Sarkozy
En esta ocasión, está acusado de la financiación ilegal de su fallida campaña presidencial de 2012
La Fiscalía del Tribunal correccional de París ha pedido un año de cárcel para Nicolas Sarkozy , expresidente de la República francesa: seis meses de prisión firme y seis meses con remisión de pena, culpable, a su modo de ver, de la financiación ilegal de su fallida campaña electoral , presidencial, de 2012.
El Tribunal se tomará su tiempo, antes de dictar sentencia, pero las exigencias de la Fiscalía pudieran confirmar una nueva catástrofe judicial para el expresidente.
La trigésima cámara correccional del Tribunal de París condenó el mes de marzo pasado a Nicolas Sarkozy a un año de prisión firme y dos con remisión de pena , culpable de delitos de corrupción y tráfico de influencias . Era una primicia histórica: por primera vez en la historia de la V República, un jefe de Estado condenado a una pena de prisión, en firme.
El cumplimiento de aquella primera condena ha quedado provisionalmente aplazado, a la espera del recurso presentado por los abogados de Sarkozy.
Tras la condena del mes de marzo, comenzó a juzgarse, hace tres semanas, el escándalo de la financiación ilegal de la campaña presidencial del 2012. Una docena de hombres y mujeres han sido interrogados y serán previsiblemente condenados, culpables de montajes destinados a pagar la campaña con facturas falsas y otros apaños.
Nuevo mazazo a su carrera política
El lunes pasado, Sarkozy volvió a denunciar una campaña de calumnias , un juicio presuntamente político, declarándose inocente de cualquier malversación.
La Fiscalía estima exactamente lo contrario: estima que el presidente en funciones no podía desconocer los apaños de su equipo para financiar ilegalmente una campaña, con unos gastos suntuosos. Y ha pedido la condena de Sarkozy a un año de cárcel: seis en prisión y seis con remisión de pena.
El Tribunal debiera dictar su sentencia, tras la previsible reflexión. Sea cual sea la sentencia final, se trata de un nuevo mazazo muy duro para la difunta carrera del expresidente.
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