La Fiscalía brasileña pide prisión para el magnate que denunció a Temer
Una nueva grabación le da un poco de aliento al presidente, que aguarda un nuevo golpe del desgastado Fiscal General Rodrigo Janot

Un giro brusco en las investigaciones contra el presidente de Brasil, Michel Temer, podría llevar a prisión a su delator, el magnate Joesley Batista, dueño de un imperio de la industria cárnica, que fue pillado en nuevas grabaciones admitiendo que omitió informaciones a la Justicia al negociar el acuerdo con la Fiscalía que le aseguraba la libertad.
El juez de la Corte Suprema, Edson Fachin, acató el requerimiento de prisión temporal realizado el sábado por el Fiscal General, Rodrigo Janot, que rompe así el acuerdo firmado con Batista y Ricardo Saud. Los abogados de Batista y Saud pusieron a sus clientes a disposición de la Policía y entregaron los pasaportes de ambos. El propio Batista se entregó poco después para ser detenido.
Batista y Saud entregaron en mayo grabaciones que casi derribaron a Temer de la Presidencia, como la del diputado de confianza del presidente, Rodrigo Loures, huyendo con una maleta de medio millón de reales. Pero la nueva evidencia lleva a creer que contaron con el apoyo del fiscal, Marcelo Miller, entonces mano derecha de Janot, para negociar el acuerdo con la Fiscalía.
En el audio, de más de cuatro horas, Batista y Saud se burlan de la Fiscalía, y hablan de corrupción y adulterio. «No seremos presos. Haremos de todo y no seremos presos», dice Batista en la grabación. Descubierto, este declaró que era «una conversación de borrachos». La fecha de la grabación, 17 de marzo, es anterior al acuerdo, y coincide con la salida de Miller de la Fiscalía para trabajar en el bufete de abogados que defiende a Batista , lo que, incluso sin las grabaciones, ya era cuestionado por la defensa de Temer y considerado antiético.
Soborno
Las nuevas revelaciones en el caso le dieron cierto aliento al presidente Temer en su contienda con el Fiscal Janot, cuya imagen quedó muy deteriorada por esta grabación. Janot, sin embargo, prepara una nueva denuncia contra Temer antes de dejar el puesto, el 17 de septiembre.
Según la prensa local, Temer habría recibido 20 millones de reales, unos 5,3 millones de euros , de la aerolínea brasileña Gol, pagados en pasajes aéreos para la campaña política de su partido. El soborno sería para conseguir la aprobación de la ley que permite el 100% de participación de capital extranjero en las empresas aéreas nacionales, lo que ocurrió en abril de 2016, cuando Temer era vicepresidente de Rousseff.
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