Fernando Raigal, el buzo español que participa en el rescate de los niños en la cueva de Tailandia
Raigal está en unos de los pasadizos intermedios facilitando a los miembros de élite tailandeses las bombonas de oxígeno
El joven español Fernando Raigal , de 33 años y radicado en Tailandia, es uno de de los buzos que participan en estos momentos en el rescate para sacar a los últimos cuatro niños y al entrenador que todavía permanecen dentro de la cueva Tham Luang, después de 16 días atrapados en el interior de la caverna .
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Según el portal digital encastillalamancha.es, actúa como apoyo en las labores de rescate, integrado en el grupo de Thai Ex Navy Seals, aunque no es uno de los buzos especializados en cuevas.
#Tailandia #Rescate | Fernando Raigal, un buzo de Ciudad Real, participa en el angustioso rescate de los niños tailandeses - ENCLM https://t.co/g0DlLTQY9Q vía @enclmdiario pic.twitter.com/OXrO4EdJPa
— encastillalamancha (@Enclmdiario) July 9, 2018
Raigal ha participado en la construcción la plantas petrolíferas en el mar, donde ha pasado largos periodos de tiempo sumergido , estando muy habituado a lidiar con condiciones extremas como las que se están encontrado en Tailandia .
El buzo estaría en uno de los pasadizos intermedios de la larga ruta en la cueva, la cual puede que tarde en cruzarse hasta ocho horas, como pasó en el caso del primer rescate. Raigal facilitará a los miembros de la élite tailandeses las bombonas de oxígeno y el resto de material necesario para rescatar a estos niños, que llevan desde el 23 de junio atrapados en la cueva, donde se vieron sorprendidos por la subida del nivel de agua tras las lluvias monzónicas.
Fernando Raigal ha publicado en su cuenta de Facebook que no puede dar entrevista porque está centrado al cien por cien en el rescate:
A las diez de la mañana (hora local), comenzaba en Tailandia el rescate a los 12 niños y su entrenador de la cueva en la que llevan atrapados dos semanas. 13 buzos internacionales y cinco tailandeses participan en el plan estratégico para conseguir sacarlos con vida. Cada niño va acompañado de dos buzos y llevan puesta una máscara que les cubre la cara. Los buzos han colocados cuerdas y guías por los dos kilómetros de trayecto.
