Fauci agua el discurso de Trump sobre la reapertura temprana: «Las consecuencias pueden ser muy serias»
El principal experto de EE.UU. en la lucha contra el coronavirus comparece ante la Comisión de Salud del Senado
Anthony Fauci , el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, es la voz más reconocida en EE.UU. sobre la respuesta al coronavirus . También es un rostro familiar en el país por sus apariciones frecuentes en las ruedas de prensa de Donald Trump . En muchas ocasiones, ha sido un contrapunto al ímpetu del presidente por celebrar la batalla contra el coronavirus como una victoria o por impulsar tratamientos no probados por la ciencia. En una ocasión, Trump llegó a compartir un mensaje en Twitter de una periodista de su cuerda que exigía la destitución del experto.
Este lunes, Fauci era la estrella de la comparecencia de expertos médicos ante el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado. En medio del levantamiento generalizado de restricciones en EE.UU., con más de la mitad de los estados en proceso de reapertura y la mayoría en ciernes, la autoridad médica del país en enfermedades infecciosas puso una nota de contraste con los mensajes que difunde Trump y buena parte de sus aliados republicanos.
«Las consecuencias pueden ser muy serias», advirtió Fauci sobre la reactivación de los estados sin que sea clara su capacidad de hacer frente a nuevos rebrotes. El grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca, del que forma parte Fauci, ha establecido una serie de parámetros para la reapertura paulatina de los estados, que tienen que ver con la disminución sostenida de casos y hospitalizaciones, la existencia de una infraestructura hospitalaria robusta y la capacidad para hacer test generalizados y seguimiento de contagios. En muchos de los casos, esos parámetros no se cumplen. Sin embargo, Trump ha puesto hincapié en la necesidad de avanzar en lo que ha bautizado como la «transición a la grandeza». En una retahíla de mensajes en Twitter antes de la comparecencia, Trump defendió que la epidemia decrece «en la mayor parte de nuestro país, que quiere abrir y volver a funcionar. Está ocurriendo, ¡y de forma segura!».
Fauci reconoció ante preguntas de los legisladores que la epidemia «no está completamente bajo control», que hay descensos de casos en algunas partes -como Nueva York, el epicentro -, pero que despunta en otras y que, como ha dicho en otras ocasiones, una segunda oleada será «inevitable», aunque tiene la esperanza de que, para entonces, haya un sistema de test y de rastreo de casos que eviten una situación como la actual. EE.UU. es el país más afectado del mundo, con más de 1,3 millones de contagios y más de 80.000 fallecidos.
Su mensaje principal difirió del optimismo que granjea Trump: «Hay un riesgo real de que se provoque un brote que no se pueda controlar», advirtió el experto. «Lo que, de forma paradójica, te retrasará todavía más, no solo con la consecuencia de sufrimiento y muerte que podrían haber sido evitados, pero también retrasarte en el camino de la recuperación económica».
Fauci también reconoció que es probable que la cifra de muertes reales sea mayor a los 80.000 fallecidos en estos momentos y citó el caso de Nueva York, donde mucha gente murió en sus casas sin que se le hiciera la prueba de coronavirus.
También comparecieron el vicesecretario de salud, el almirante Brett Giroir; el comisario de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés), Stephen Hahn; y el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield. Este último reconoció que, sobre la epidemia en EE.UU., «aún no estamos a salvo».
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