OPINIÓN
La familia primero
Comey no quiso ofrecer al presidente Trump la obediencia ciega que éste le reclamaba
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James Comey, el director del FBI destituido hace un mes por Donald Trump, testificó ayer ante el Comité de Inteligencia del Senado norteamericano, no sin antes entregar a la prensa el guión por escrito de su versión de los hechos. Veterano de mil guerras políticas en Washington, Comey ha dejado claro que su salida antes de cumplir los preceptivos diez años en el puesto se debió a que no quiso ofrecer al presidente Trump la obediencia ciega que éste le reclamaba.
El director de la agencia investigaba las conexiones rusas del entorno del presidente y en concreto la versión poco verosímil del cesado consejero de seguridad nacional, Michael Flynn, sobre sus variados contactos con Moscú. Trump le pidió a Comey a solas en varias ocasiones que no prosiguiera con esta pesquisa en concreto. Pero Comey se negó a cambiar el rumbo de sus trabajos.
Hay al menos dos explicaciones posibles, aún por demostrar, sobre esta extraña obcecación de Trump por proteger a Flynn, con el que su relación personal no era estrecha ni venía de lejos (a Paul Manafort, director de su campaña, investigado al haber recibido dinero ucraniano pro-ruso, lo dejó caer sin problemas). La primera razón por la que el presidente se habría expuesto a una acusación de obstrucción de la justicia sería que Flynn podría haber tenido acceso a la información hackeada por los rusos en los ordenadores del partido demócrata en plena batalla electoral el pasado verano. La segunda, y tal vez más probable, es que Flynn hubiese desarrollado sus contactos y eventuales transacciones con los rusos de la mano de Jared Kushner, el yerno y asesor del presidente, el cual hace un mes fue quien más insistió en el cese fulminante de Comey.
Para Trump la familia es lo primero y al tratar de salvar a Flynn estaría cumpliendo con su deber hacia los suyos. En cualquier caso, mientras prosiguen las investigaciones puede tener razón el senador republicano Lindsay Graham cuando dice que "Trump no puede haber conspirado con los rusos porque no se confabula ni con su propio equipo en la Casa Blanca".