Fallece de coronavirus el gobernador cesado que demandó a Putin
Ignátiev, que tenía 58 años, enfermó de COVID-19 y tuvo que ser hospitalizado el mes pasado con neumonía bilateral
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Mijaíl Ignátiev , antiguo gobernador de la región rusa de Chuvashia, que presentó una querella contra el presidente Vladímir Putin por haberle destituido sin fundamento, falleció el jueves de coronavirus en un centro sanitario de San Petersburgo. Ignátiev, que tenía 58 años, enfermó de COVID-19 y tuvo que ser hospitalizado el mes pasado con neumonía bilateral.
Según el diario ruso Kommersant, había sido ingresado a finales de mayo en la UCI del Centro Médico Nacional Almázov de la antigua capital imperial rusa y conectado al aparato de respiración asistida. La muerte, según el parte médico, le sobrevino por insuficiencia cardiaca, afección que ya arrastraba de antes, pero que se agravó a causa de la neumonía.
El político ruso fue gobernador de la república de Chuvashia durante más de nueve años, pero fue cesado por pérdida de confianza» antes de terminar su mandato por un decreto de Putin del pasado 29 de enero. La causa de su destitución se debió a que se burló de un bombero del Ministerio de Protección Civil ruso.
Durante una ceremonia pública, Ignátiev, de estatura muy superior a la del operario, hizo a éste saltar varias veces para coger de su mano la llave de un nuevo vehículo para extinción de incendios que fue entregado al departamento local de Protección Civil. La escena, ampliamente difundida por los canales de televisión rusos, provocó indignación general.
Especialmente incisivo con el gobernador fue el abogado anticorrupción, Alexéi Navalni. Tras el escándalo, Putin decidió cesarle e incluso fue expulsado del partido gubernamental, Rusia Unida. Poco antes del incidente con el bombero, Ignátiev comentó que a los periodistas críticos con el poder había que eliminarlos», palabras que también levantaron mucho revuelo.
Pero Ignátiev no se amedrentó y presentó una demanda judicial contra el jefe del Estado por haberle apartado de su cargo sin fundamento. El Tribunal Supremo del país envió a Putin una copia de la querella y le dio hasta el 22 de junio para que presentase sus alegaciones. Ya de antemano, independientemente de la celebración del juicio, el Kremlin contemplaba aceptar una fórmula para conceder al antiguo dirigente de Chuvashia prestaciones sociales adicionales» derivadas del puesto que ocupó.
Rusia se aproxima ya a los 580.000 contagios por COVID-19 y contabiliza en torno a 8.000 decesos desde el comienzo de la pandemia.