Dos F-16 del Ejército portugués escoltan a un avión en Lisboa y lo ayudan a aterrizar de emergencia
Arreciaban el viento y el agua, de modo que hubo de hallarse una solución de urgencia

Solo viajaban seis personas a bordo, pero el susto que se llevaron resultó mayúsculo. Un avión Embraer de la compañía Air Astaná, de Kazajistán, vivió una mañana de calvario este domingo 11 de noviembre a causa del mal tiempo en la región de Lisboa, lo que obligó a someterlo a reparaciones urgentes en el aeródromo de Alverca, situado a solo 25 kilómetros.
Después de despegar de nuevo, sus tripulantes quisieron iniciar maniobras de regreso a su país, pero tuvieron que desistir cuando dieron unas vueltas al aeropuerto de la capital y comprobaron que no se daban las condiciones meteorológicas adecuadas.
El caso es que el aparato comenzó a dibujar en el aire una trayectoria errática y que la dirección del aeropuerto lisboeta decidió recurrir a dos aviones F-16 de la Fuerza Aérea lusa para que lo escoltara.
Arreciaban el viento y el agua, de modo que hubo de hallarse una solución de urgencia. Únicamente así fue posible el aterrizaje en el aeropuerto de Beja, una localidad ubicada a 178 kilómetros de Lisboa , no sin antes ir deshaciéndose del combustible para aligerar peso.
Nada extraño, si tenemos en cuenta que su rastro llegó a desaparecer de los radares en medio de la nula visibilidad provocada por las sucesivas tormentas.
Eran dos pilotos y cuatro técnicos las personas que se encontraban en el interior de la nave, y todos ellos acabaron dando las gracias al Ejército portugués por su inestimable ayuda . También fueron atendidos en el Hospital de Beja, donde no tardaron en recibir el alta médica.
El Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes con Aeronaves tomó cartas en el asunto y puso en marcha las pesquisas necesarias para aclarar las circunstancias . Al parecer, el eje de control falló en reiterad ocasiones e hizo que el vuelo KZR 1388 sufriese un itinerario mucho más accidentado de lo que se esperaba.
Algunos indicios apuntan a que el aparato presentaba algunas deficiencias técnicas, aunque este extremo no pudo ser confirmado . Antes de que todo aconteciera, el destino programado era Minsk, la capital de Bielorrusia.
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