Un vídeo reabre la investigación de la muerte a tiros de un joven negro en Georgia

Los disparos a Ahmaud Arbery, de 25 años, en las afueras de Brunswick (Georgia) se produjeron en el mes de febrero. Ahora, unas imágenes difundidas en redes sociales han reabierto el caso

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La aparición de un vídeo grabado por un ciudadano ha provocado la reapertura de la investigación de la trágica muerte de un joven negro en Georgia (EE.UU.), en un incidente armado con tintes racistas en el país.

Ahmaud Arbery , de 25 años, cayó muerto por disparos en Brunswick, una ciudad a medio camino entre Savannah y Jacksonville (Florida) el 23 de febrero. Iba corriendo por un barrio residencial cuando dos hombres armados en una camioneta le persiguieron, le pararon y le dispararon en un altercado. Eran dos hombres blancos, padre e hijo, Gregory McMichael, de 64 años, y Travis McMichael, de 34. El segundo acabó con su vida de tres tiros con una escopeta recortada.

Aquel día, Gregory McMichael vio a Arbery en plena carrera en su barrio. Según aseguró en el informe policial del incidente, creía que se trataba de un ladrón que había entrado en varias casas del barrio y que había sido grabado por una cámara de seguridad. Avisó a su hijo, Travis, y ambos cogieron sus armas porque no sabían «si el hombre estaría armado o no», pero sospechaban que sí porque «la otra noche» habían visto al mismo hombre y se había metido «la mano por dentro del pantalón». Se montaron en la camioneta, se les unió un tercer vecino, y fueron en su búsqueda, pararon en medio de la carretera por la que corría Arbery, lo trataron de detener, hubo un altercado y Travis le disparó tres veces.

La versión de la familia de Arbery y de sus abogados era mucho más sencilla: el joven salía a correr de forma habitual para hacer deporte.

La versión que los McMichael dieron a la policía es que Arbery fue al ataque contra Travis , comenzaron a pelear por la recortada que llevaba este último, que acabó por dispararle. El informe policial no especificaba que Arbery llevara un arma.

Lo más sorprendente del caso es que las autoridades no detuvieron a ninguno de los McMichael ni interpusieron ningún cargo. El asunto se embrolló porque el primer fiscal encargado del caso, George Barnhill , tuvo que recusarse, ya que su hijoo trabajó en la misma oficina que el mayor de los McMichael, que fue policía e investigador de la fiscalía del condado. Barnhill fue quien decidió que no había suficientes pruebas para arrestar a los McMichael, ya que la legislación de Georgia permite a los ciudadanos detener a un delincuente en caso de presenciar una ofensa o si tiene conocimiento inmediato de ella. Y que el uso de la recortada pudo ser en defensa propia. También aseguró que Arbery tenía historial criminal y problemas mentales.

Un segundo fiscal asignado al caso también tuvo que ser recusado por las protestas de la madre de Arbery, Wanda Cooper .

La aparición del vídeo, filtrado de forma anónima a la opinión pública, ha dado un vuelco al caso. Está grabado desde un coche que va detrás de Arbery, al que se le ve correr por el lado izquierdo de la calzada y llegar a la altura de la camioneta de los McMichael. Arbery la rodea por el lado derecho y llega al encuentro de Travis McMichael. Se escucha un disparo mientras ambos se enzarzan en una pelea , y, después, otros dos disparos. Arbery trata de seguir corriendo y cae pocos metros más allá.

El documento ha provocado que un nuevo fiscal, Tom Durden, considere que el caso «se presente ante un jurado del condado de Glynn para que se considere la imposición de cargos penales». Durden aseguró haber llegado a esta conclusión « después de una revisión cuidadosa de la prueba».

Cooper, la madre del fallecido, aseguró a la cadena CBS que el vídeo «demuestra que mi hijo no estaba cometiendo un crimen . Estaba en su carrera diaria y fue cazado y matado como un animal».

Lee Merritt, uno de las abogados de la familia de Arbery, aseguró que estaban convencidos que ese vídeo ya estaba en manos de los anteriores fiscales que decidieron no arrestar ni incriminar a los McMichael (en su decisión, Barnhill hablaba de un vídeo en el que se grababa la persecución de Arbery), lo que ha provocado mayor indignación.

«Arbery no cometió ningún crimen ni había razones para que esos hombres creyeran que tenían el derecho a detenerle con armas o de usar fuerza letal contra él», aseguró Merritt en un comunicado. «Esto es un asesinato», concluyó el abogado que aseguró que quienes le perseguían «lo hacían solamente por su raza y lo asesinaron sin justificación» y que la representación que el fiscal Barnhill hizo de Arbery como un criminal con problemas mentales es una «narrativa falsa».

«Estaban tratando de retratarle como a un ladrón», criticó otro abogado de la familia, David Crump . «Lo único que sabían es que era un joven negro».

El futuro del caso y cuándo podrá celebrarse el jurado para decidir sobre la imposición de cargos criminales es incierto, por los retrasos y el cierre de algunos servicios judiciales en Georgia por la epidemia de coronavirus .

Pero la aparición del vídeo ha provocado una sacudida de críticas en EE.UU., donde en los últimos años se han sucedido los casos de muertes a tiros de jóvenes negros desarmados, y hubo concentraciones en Brunswick de jóvenes negro con carteles de «Yo corro con Ahmau».

El caso se ha hecho también un hueco en la carrera electoral a la presidencia. El candidato demócrata «de facto», el exvicepresidente Joe Biden, aseguró que lo que muestra el vídeo es «claro»: que Arbery fue « matado a sangre fría », que «merece justicia y la merece ya» y que es ya tiempo de una «investigación ágil, completa y transparente a este asesinato».

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