La UE exigirá a Londres respeto a los derechos de los comunitarios
Pedirá en la cumbre del sábado mantener el estatus de los residentes europeos
La Unión Europea quiere garantizar que los ciudadanos europeos que se queden en el Reino Unido no serán sometidos a un trato discriminatorio y que mantendrán a lo largo de toda su vida la parte más importante de sus derechos actuales o pasados, incluyendo los beneficios de la jubilación para los que hayan trabajado en ese país. El documento en el que se recogen las líneas rojas de la negociación sobre el Brexit , que los gobiernos de los 27 aprobarán en la cumbre del sábado, fija una serie de criterios que tratan de minimizar todo lo posible el impacto de esta ruptura en la vida cotidiana de los ciudadanos.
La Comisión se prepara ya para una nueva vida con veintisiete estados y en sus últimos documentos estadísticos ha empezado a excluir al Reino Unido de los gráficos y mapas. En la presentación de las últimas propuestas sobre una Europa social se ha dicho ya oficialmente que la salida del Reino Unido facilitará los acuerdos en este campo, en el que Londres ha sido tradicionalmente muy reticente.
Pero primero hay que llegar a un acuerdo sobre las modalidades del Brexit y para ello los jefes de Estado o de Gobierno aprobarán este sábado un mandato de negociación que las capitales discuten ahora y al que ABC ha tenido acceso. En ese documento se establece que la prioridad es un proceso de «salida ordenada» que debe «salvaguardar en el Reino Unido el estatus y los derechos de los ciudadanos de la UE y sus familias, y de los ciudadanos británicos y sus familias en la UE», ya que hay «un gran número de personas directamente afectadas y la las consecuencias de la salida para ellos son graves». La segunda prioridad es que el Reino Unido « cumpla sus obligaciones financieras acordadas antes de la fecha de su retirada ».
El documento afirma también que las negociaciones deben garantizar que se respeten «recíprocamente» los derechos de los ciudadanos europeos y británicos, bajo el criterio de que no haya discriminación para con los nacionales de los 27 en el Reino Unido, y viceversa. Desde que se invocó el Artículo 50 del Tratado de Lisboa , se establece que el proceso de negociaciones deberá concluir en un periodo de dos años, con o sin acuerdo. Para el Gobierno británico las prioridades son diferentes: primero limitar la libre circulación de personas y después mantener el acceso al mercado único.
Leyes europeas
El documento, cuya redacción definitiva aún no se ha terminado, da una idea de la complejidad de las negociaciones que se van a llevar a cabo y de lo extraña que será la situación posterior al Brexit. Se afirma que los bienes de propiedad británica que se encuentren en territorio europeo mantendrán el estatus que tenían bajo las leyes europeas, así como las decisiones judiciales reconocidas mutuamente. Pero respecto al futuro, el documento dice que la Unión debe asegurarse de que se mantendrá el cumplimiento de las leyes europeas, incluyendo respeto a las obligaciones pecuniarias durante la negociación.
Y en todo el proceso Bruselas reclama que se mantenga la competencia del Tribunal de Justicia de Luxemburgo , cuya jurisdicción es uno de los elementos de los que los partidarios del Brexit querían escapar. Incluso pensando en el futuro, el documento insiste en que se respete la jurisprudencia del tribunal europeo.
Por ahora, la última redacción conocida de este documento deja abierta la posibilidad de que los negociadores europeos puedan considerar que las negociaciones del divorcio van tan bien que es posible empezar a estudiar el estatus de las futuras relaciones entre el Reino Unido y el bloque que ha decidido abandonar. Pero, por ahora, no se apea de la idea de que no se podrá definir cuáles serán las relaciones futuras hasta que se haya consumado el divorcio .
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