La exasesora de Trump sobre Rusia acusa a los republicanos de una «narrativa ficticia» sobre Ucrania
Dos testigos en el «impeachment» reafirman que las investigaciones que el presidente perseguía en Ucrania estaban vinculadas a los Biden
La sesión de ayer en la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el «impeachment» o proceso de recusación a Donald Trump se convirtió en un rapapolvos a parte de los republicanos que han abrazado teorías conspiratorias sobre Rusia y Ucrania y que están, en parte, detrás del escándalo que ha puesto contra las cuerdas al presidente de EE.UU.
Compareció Fiona Hill , exasesora de Trump sobre Rusia, con asiento en el Consejo Nacional de Seguridad hasta su salida el pasado julio. La experta atacó con dureza una idea defendida por Trump y por parte de los republicanos del Congreso: que la gravedad de la interferencia extranjera en las elecciones de 2016 no estuvo tanto en Rusia como en Ucrania, una idea para atacar a los demócratas y defender la legitimidad de su victoria electoral. Algunos de los aliados de Trump dentro y fuera del Congreso han abrazado teorías sobre los intentos desde Ucrania, también en 2016, de perjudicar al entonces candidato republicano. Devin Nunes , el líder republicano en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, es uno de ellos.
«Esto es una narrativa ficticia que ha sido perpetrada y propagada por los servicios de seguridad rusos», dijo Hill sobre los intentos de negar la interferencia de Moscú. «Algunos de ustedes en este comité parecen creer que Rusia y sus servicios de seguridad no llevaron a cabo una campaña contra nuestro país», les aleccionó e insistió en que los ataques de Rusia «están más allá de toda duda».
«Me niego a formar parte de este esfuerzo para legitimar una narrativa alternativa en la que el Gobierno de Ucrania es un adversario de EE.UU. y en la que Ucrania, y no Rusia, fue la que nos atacó en 2016», añadió.
Esa narrativa es una de las bases de la argumentación republicana sobre el «impeachment» a Trump, que investiga si el presidente de EE.UU. abusó de sus poderes ejecutivos y cometió sobornos en las presiones a Ucrania para que realizara investigaciones contra rivales políticos. El centro del asunto es si Trump puso en peligro la seguridad nacional y la política exterior con un ‘quid pro quo’ o exigencias de ‘contrapartidas’ -envío de ayuda militar ya aprobada, una visita del presidente ucraniano a la Casa Blanca- si el Gobierno de Kiev impulsaba investigaciones domésticas favorables a los intereses del presidente.
Munición electoral
Entre estas investigaciones, precisamente, estaba la de buscar indicios de esas interferencias contra Trump en 2016, lo que le serviría al multimillonario neoyorquino como munición electoral para su reelección del año que viene. La otra, la más discutida, es la investigación a el exvicepresidente de EE.UU. y probable rival por la presidencia el año que viene, Joe Biden , que encabeza las encuestas demócratas, y cuyo hijo, Hunter, formó parte del consejo de administración de Burisma, una compañía energética que tuvo problemas de corrupción.
Hill también habló sobre esta investigación a los Biden, al igual que lo hizo David Holmes, un alto cargo de la embajada en Kiev, que compareció a su lado y que relató una llamada telefónica que escuchó entre el embajador en la UE y testigo clave, Gordon Sondland, y Trump que refuerza la acusación demócrata de que existió ‘quid pro quo’.
Sondland y Paul Volker , enviado especial de Trump para Ucrania, han defendido que ellos no sabían que la petición de la investigación a Burisma tenía que ver con los Biden. Holmes aseguró que Burisma era «“un nombre en clave» para referirse a los Biden y que todo el personal relacionado con Ucrania era consciente de ello. Hill dijo que, para ella, «estaba muy claro» que los esfuerzos del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani , por investigar a Burisma tenían que ver con atacar a los Biden. Hill también reconoció que en su momento advirtió a Sondland de que las presiones eran un «recado político interno», alejado de las prioridades de política exterior, y que todo, como se demostraría después, acabaría por «explotar».
Trump comentó durante toda la jornada en Twitter el interrogatorio y calificó a los demócratas de «escoria humana».
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